Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXXV

“Promesas”

Los cuerpos de ambos se medían en proporciones muy parecidas, los dos tenían una fuerte e imponente contextura corporal aunque la mirada de Nick eras mas intimidante que la de Ángel, camine rápidamente y me coloque entre los dos para evitar cualquier contacto físico, estaba segura de que mientras yo estuviera en el medio de los dos nadie comenzaría una pelea –Escúchame claramente, esto no se queda así, nadie, absolutamente nadie obliga a tn______ a hacer algo que no quiere sin que se las vea conmigo, ya te perdone una vez y no volverá a suceder– le dijo Nick con un tono de amenaza tan contundente que hasta yo sentí miedo al escucharlo –aquí te espero cuando quieras, además estoy seguro de que no fue de su total desagrado– no podía creer lo que Ángel estaba diciendo, cuando iba a responderle Nick intervino –si ella lo hubiese querido yo no estaría aquí–
–Estas aquí para llevarla a la clínica– el rostro de Nick estaba poniéndose cada vez más rojo en especial el área de las mejillas, ya me sentía ahogada entre los dos pechos que me rodeaban, la separación era casi inexistente, Nick estaba a punto de empezar la pelea que yo quería evitar aunque en ese momento no estuviese tan segura de querer hacerlo –no es contigo con quien amanece todos los días y no es a ti a quien le pide que la bese– le respondió Nick sin dejarme hablar, ahora era el rostro de Ángel el que cambiaba de color rápidamente –no puedo respirar– dije al sentirme aun más apretada, Nick se separo y me envolvió con uno de sus brazos mientras me daba un beso en los labios al que correspondí sin ningún problema, cuando sentía esos labios rozar los míos no recordaba ni el lugar ni la fecha donde me encontraba, Nick sonrió ligeramente al separarnos mientras nuestras miradas se encontraron en una maravillosa partícula de segundo, aun estaba molesta con él pero esto me serviría para colocar en su sitio a Ángel, Nick me tomo de la mano y se dirigió al ascensor junto a mi luego de dedicarle un mirada de asesino a mi primo, al cerrarse las puertas solté la mano de Nick inmediatamente –No creas que se me ha olvidado lo patán que te comportaste hoy en la tarde– Nick no hizo más que quedarse de pie a mi lado, no pronuncio palabra alguna hasta que llegamos a la clínica –permíteme ayudarte a bajar del coche– me dijo mientras me estiraba la mano como invitación –no hace falta que me ayudes, para eso están los enfermeros que seguro se mueren por tocar aunque sea uno de mis dedos– Nick entrecerró los ojos al oírme y simulando no prestarme atención tomo mi mano y me ayudo a bajar de la inmensa camioneta –ya te dije que puedo caminar sola– ya con esa ocasión se contaba el tercer intento de Nick por tomar mi mano entre la suya y la tercera ocasión en que se lo impedía –¿Su esposo entrara con usted señora?– me pregunto muy cordialmente el asistente del doctor, quien debía ser un recién graduado con una increíble sonrisa, el medio perfecto para hacer sufrir aun mas a Nick –No es mi esposo y no entrara conmigo después de todo vine sola a este mundo– le respondí con una increíble sonrisa, al darnos la espalda el hermosos doctor sentí como la inmensa mano abarcaba todo el grueso de mi brazo –Ok, fue suficiente me contuve de partirle la cara a tu primo pero no me voy a contener de hacer trizas al doctorcito sonriente, ya basta de jueguitos tn_____– me dijo con un tono de voz que nunca había escuchado de él –Ok– fue lo único que pude responderle, diez minutos después el doctor me llamo y Nick sin que yo opinara al respecto me acompañó a la consulta, cada vez que me tocaban para revisarme la muñeca veía en el rostro de Nick lo mucho que se esforzaba por dominar las ganas que sentía de matar a alguien, me vi obligada a detener mi juego en ese momento por miedo a que todo se saliera de control –solo fue un mal movimiento, en tres días más estará bien– concluyó el doctor titular –Gracias…–
–Yo lo hago– intervino Nick sin dejarme terminar de hablar al ver que el joven asistente pretendía ayudarme a bajar de la camilla, sentí como sus manos rodearon mi cintura y como su aliento chocaba con mi frente, cada vez que lo sentía así de cerca me volvía loca el inmenso ardor de deseo que afloraba en mi interior, deseo casi incontrolable –llévame al Palace por favor– le pedí a Nick apenas puso en marcha la camioneta – ¿Qué harás en el Palace?–
–Realmente no te incumbe, pero iré a registrarme no pasare la noche en el mismo apartamento que el idiota de Ángel por mas grande que sea–
– ¿Por qué no vienes a mi casa?– gire el rostro para ver el suyo, Nick no me devolvió la mirada por dos cosas, la primera es que aun estaba nevando y debía mantener el control del coche y la segunda era que sabía lo que le diría, aunque no sería él mismo Nick que conocía si no lo hubiese intentado –quiero ir al Palace–
–Iremos primero a mi casa entonces para que busques la ropa que tienes allá–
–Ok– no podía negarme a eso, no había tomado las prevenciones necesarias al salir de mi casa, mi tarjeta de crédito podría aguantar una de las dos cosas, o el registro en el Palace o un día de compras y en este caso era más importante el primer punto, atravesamos la recepción sin reparar en quien nos veía, Nick venia a mis espaldas sin pronunciar palabra alguna, en el momento en que las puertas del elevador se abrieron en el apartamento me dirigí a la recamara a recoger mis cosas –preciosa necesitamos hablar– Nick aun se encontraba a mis espaldas –no creo que sea el mejor momento para que vengas con halagos baratos, ayúdame a recoger por favor– aun no le devolvía la mirada, sentí como la mano de Nick envolvió la mía de una manera muy delicada, subí la mirada y me encontré con su nariz casi rozando la mía, Nick se encontraba agachado a mi lado con esa mirada tan penetrante clavada sobre mí, me vi inundada por un trance tan penetrante que solo pude salir de él al notar que mis pulmones se habían quedado sin aire, intente desviar mi mirada hacia el suelo pero su mano libre se ocupo de impedirlo, sentí como sus grandes dedos se posaron delicadamente sobre mi mejilla guiándome nuevamente hacia el encuentro de miradas, unos de sus dedos se deslizo por mi labio inferior mientras los otros de alargaban por el costado de mi rostro –De verdad lo siento, no debí haberte hablado así, te prometo no volver a hacerlo– me dijo en susurro tan melodioso que tuve que ahogar un gemido que luchaba por salir de mi interior –No es eso lo que quiero que hagas– pude decir luego de un par de minutos –no entiendo–
–No es el momento de que me digas que lo sientes Nick, es el momento de que me digas que harás al respecto, porque si sigues con Miley estos momentos incomodas seguirán apareciendo y no pienso soportarlos–
–Te prometo que esto no volverá a suceder, de verdad te lo prometo– para este momento los labios de Nick estaban rozando mi cuello y una de sus manos me mantenía pegada fuertemente a su cuerpo –eso no es lo que quiero que me prometas– le dije con un hilo de voz antes de que sus labios me callaran con un intenso beso.