Mi Recuerdo - (4/4 capítulos) LAST CAP! gracias por el minúsculo pero significativo apoyo (:

Hola Chicas! como están? bueno acá estoy para dejarles uno de mis fics favoritos. UN FANFIC DE VERDAD. en serio, no quiero ser ruda ni ofender a las chicas que escriben fanfics acá, pero EN SERIO me dan miedo sus fics! xD con razón Nick dijo que le aterrorizan, niñas! si tienen sueños y pensamientos pervertidos con los JB, porqué no se los guardan? así los disfrutan solitas ustedes y ya! xD
Repito, no quiero ofender la creatividad de nadie, vivimos en un país libre de expresión (?)

bueno este se llama Mi Recuerdo, es un mini-fic de 4 capítulos. Y lo escribí hace como un año y lo publiqué en el foro de España, así que si ya lo leyeron, mil disculpas.. u.u
AH! antes de que se me olvide, POR FAVOR, SE LOS SUPLICO, si van a tomar esta historia para publicarla en algún otro lado (metroflog, fotolog, facebook, hi5, sonico, lo que sea) DEN CRÉDITOS! NO SE ROBEN LA CREATIVIDAD DE LOS DEMÁS. RESPETEN LOS DERECHOS DE AUTOR! insisto porque ya me ha pasado que vienen y se roban los fics que escribo y los publican en el metro y dicen: "ahh sii les gustó? mañana sigo porque voy a terminar de escribir hoy en la noche, (:" SEAN ORIGINALES CHICAS! ¬¬

Ojalá que les guste (: no espero muchas respuestas porque es como obvio que las lectoras de acá están interesadas en otros géneros, xD (Otra vez, no quiero que se ofendan, hasta yo tengo pensamientos pervertidos! :O solo que no los publico acá, xD)


ah otra cosa! (las aburro, lo sé, xD) Esta historia está narrada en primera persona. Los diálogos están señalados por guiones (-...-) y los pensamientos por comillas ("..."), para que se ubiquen bien!



Primer Capítulo: El Encuentro

-Flash back-

-Que no… ¡Oh! Disculpe, no le vi-
-No hay problema, estaba distraída igual-
-De nuevo disculpe…-

Caminó un par de pasos, pero, al parecer, recordando algo, se devolvió. Según observé, mi mama también se percató.

-Disculpa… creo…
-Yo también –Dijo mami.
-¿Sophie?
-¿Denise?...

Lo siguiente que vi no lo entendí del todo. Las dos mujeres se abrazaban como si no se hubiesen visto en décadas.

-¡No lo puedo creer! –Exclamó la mujer, desbordante de alegría.
-¡Cuánto tiempo! –Dijo mamá. Aún seguía sin entender nada.
-¿Dónde estuviste todos estos años? –
-Seguí aquí, en New Jersey. ¡Desapareciste de la faz de la tierra! –Contestó mi madre. Parecían viejas amigas.
-¡Vaya! Yo tuve que seguir. Ya sabes, el trabajo de Kevin…
-Wow, ¿Dónde está Kevin? –Preguntó mami. “Quien es Kevin?” Se preguntó mi mente de 5 años de antigüedad.
-¿Y Michael? –Preguntó casi al instante. “Esta señora conoce también a mi papi!”
-En la charcutería –Contestaron ambas al unísono, antes de soltar una carcajada.
-Seguro ya se han encontrado -Aseguró la señora.
-Pero por Dios, ¡Estás embarazada! –Exclamó mamá, jubilosa. “¿La cigüeña? ¿Dónde?”
-¡Lo sé, lo sé! –Dijo la señora, tratando de contener la emoción- ¡Es una niña!
-Aww, Cuantos hijos tienes ya, Nis?
-Esta es la cuarta
-¡No te lo puedo creer! Yo que sólo conocí a Kevin bebe
-Jaja, querrás decir Kevin niño. Él tiene 9 años. Joe, tiene 7 y Nick, 4. Pero al parecer tenemos aquí una mini Soph, ¿verdad?
-Saluda, hijita –Me indicó mamá.
Temerosa hice un gesto de saludo con la mano.
-¡Que lindura de niña! ¿Cómo te llamas, princesa?
-Zanny –Dije apenada.
-¿Zanny? –Preguntó la señora a mi mamá, dirigiéndole en su mirada un dejo de reproche.
-Alexandra –Corrigió mami –¿Cuántos años tienes, Zanny?
Elevé mi mano, con mis 5 dedos extendidos.
-Vaya, ¡Que grande! ¡Es tu copia! Pero tiene los ojos de Michael.
La señora se refirió a mis ojos azules.

Con mis mejillas ardiendo de la pena, desvié mi mirada hacia la derecha. Mas allá, pude ver a papá. Estaba enfrascado en una conversación con otro señor. Juntos reían a carcajadas y no dejaban de abrazarse. Me acerqué a donde estaban ellos. Corrí, y abracé la pierna de papá. Me cargó y me mostró esa blanca sonrisa que tanto me gustaba ver.

-Ella es Zanny –Indicó mi papi al señor. Éste me saludó con una sonrisa, a la cual respondí.
Tras el señor estaba un niño. Se veía un poco más pequeño que yo, sentado en el carrito del supermercado. Jugaba con su micrófono de juguete, sin mostrar mínimo interés en lo que sucedía a su alrededor.

-Él es Nick, Zanny- Dijo mi papá, señalando al niño que había estado observando. Me acerqué a él y lo vi jugar.

-¡Sophie! –Dijo el señor, que si mal no lo recuerdo, era Kevin, abrazando a mi mamá de la misma manera que lo había hecho la señora, Denise.
Siguieron hablando un buen rato, y yo seguí mirando a Nick mientras que él jugaba, hasta que decidí hablarle.

-¿Me lo prestas? –Conseguí pronunciar ante mi vergüenza, y la de él. Me miró por primera vez. Estiró la mano y me cedió le juguete.

Di la vuelta, y comencé a cantar en un tono moderado la canción que nos había enseñado la maestra Elizabeth, justo el día anterior, en el preescolar. En uno de los momentos en los que tenía sólo unos segundos para tomar aire y seguir cantando, vi como dos niños, mucho más grandes que yo, corrían con un carrito de supermercado, exactamente igual al que tenía a mis espaldas, a toda velocidad, el cual estaba a punto de atropellarme.

Tiré el micrófono al piso haciendo un ruido estruendoso, sumida en pánico.

-No… ¡Joe! ¡Cuidado! –Gritó la amiga de mi mamá, Denise.
Los niños se detuvieron justo a un par de centímetros delante de mi.

-¡Oye! ¡Esto es mío! –Gritó el niño que venía conduciendo frenéticamente el carrito, que dejó allí, con el otro niño a dentro.
Y llegó a mis pies, para recoger el micrófono de juguete. – ¡Tonta! – escuché susurrar del niño. Lo metió de un golpe en el carrito, y se subió, al lado del niño que me había prestado el micrófono, cruzándose de brazos.

-¡Dámelo! –Dijo Nick, tratando de agarrar de nuevo el juguete.
-¡No! –Exclamó malcriadamente el otro niño.
-¡Mamaaaaa! –Comenzó a llorar Nick. La señora se dirigió a donde estábamos nosotros.
-¿Puedes dejar de molestarlo un segundo, Joseph? ¡Por el amor de Dios! –Dijo la señora, cargando a Nick y entregándole el juguete, con el cual se calló de inmediato. –Zanny, él es mi hijo Joe –Señaló al chico malhumorado- Y… aquel –Señaló al niño más grande, que, pude haber apostado, y ganado la apuesta, que me estaba observando detenidamente todo ese tiempo- Es mi hijo mayor, Paul Kevin.
Éste dijo: ¡Hola! Y sacudió su mando, saludándome. Pude fijarme que tenía los ojos claros, diferentes a los de sus hermanos. Eran verdes… no… eran grises… bah, ¿Almendra, tal vez?

Volví a concentrarme en la conversación de mis papas.
-Vamos, ¡Esto hay que celebrarlo! –Dijo el señor Kevin.
-Por supuesto –Dijo la señora Denise- Un encuentro como este no se puede dejar pasar por alto. ¡Quizás no nos volvamos a ver hasta el día de nuestro funeral!
“¿Que es funeral? ¿Una fiesta?”

-Fin del Flash Back-

-¡Zanny ya es hora! ¡Pensé que estabas impaciente con lo del concierto!
-Ya voy, Sophie –Grité a mi madre, dejando el álbum de fotos abierto encima de mi cama.
___________________________________________________

see ya! (:

damn, nadie? :S

hola...!
Tu fic se ve interesante..!
pon el otro cap..!

hola dany (:
gracias por el comentario! pero estaba pensando en colocar un capítulo por día.. no tiene ciencia poner otro cuando son pocos y además si nadie me comenta.. u.u
podes esperar hasta mañana? (:

uff gracias por entender amiga (:
mañana sin falta

HAHAHAH no vale no me digas así, xD
soy andrea, pero para las amigas Andie (:
yo te puedo decir así? Dany? (A)

hahaha bueno gracias por ser tan amable dany (:
yay! la primera que conozco del foro (?) soy antisocial así que es un logro para mí
xD

ps se ve interesante la nove
siguela cuanto antes plis

gracias geni! (:
solo se ve interesante? no se digan algo más concreto! Les gustó? No les gustó? Que piensan que pasará? Que tienen que ver ese flash back con el album de fotos que Zanny tenía? les gusta el nombre Zanny? Que piensan de los Jonas pequeños? Creen que eran así como los describí? No se, no se les pasan esas preguntas por la mente? :S
en serio si nadie más me comenta no podré seguir entonces u.u

buenna nove estare esperando cap

Chicas! lo prometido es deuda, aunque solo lo hayan esperado 3 personas, xD
siento la tardanza, casi se me olvida xD
este es el último flash back, y el siguiente es el capítulo más genial de la tierra, (:
gracias por leer! comenten sobre la nove! bessoo, andie <3

Segundo Capitulo: Eres linda para tener 5 años

-Flash Back-

-Pasen, por favor –Indicó la señora Denise, abriendo una inmensa puerta de madera y pasando a través de ella.

Entramos a la casa. Era muy grande, lujosa. Los muebles de la sala eran de un blanco impecable. “Son perfectos para saltar en ellos” Dejó escapar mi mente tal vago pensamiento. La mesa central era de madera, con un florero lleno de grandes flores amarillas, extravagantes, y un par de portarretratos. Estantes de madera dejaban ver libros y libros. Tal vez unos 100 o 200 libros logré especular. En el fondo del living, una demostración de instrumentos. “¿Que son esas cosas?” me preguntaba. Pasamos al comedor, un sitio acogedor con una mesa larga de madera oscura y ocho sillas, del mismo color de la mesa. Seguimos a la cocina, impecable. Obviamos las escaleras y seguimos a otra sala. Esta se veía mucho más divertida. Algunos juguetes estaban tirados en el piso, un televisor y una consola de video casettes. Esta habitación tenía una grandiosa puerta de cristal, casi invisible, que daba a un jardín grande y verde. Unas bicicletas estaban a un lado de una pequeña casita de madera, y una piscina al fondo.

-¡Las revistas de El Mueble deberían pagar una fortuna por sacarle un par de fotos a tu casa! –Decía mi mamá, admirada.
-No es para tanto –Dijo riendo el señor Kevin –Si te gusta esta, tienes que esperar a ver la de Dallas-
-Aww, Michael. ¡Dime que algún día iremos a visitarlos a Dallas!
-Claro, Sophie. Estaría encantado –Dijo papi, sonriendo abiertamente.
-Zanny, querida –Me llamó Denise- ¿Quieres quedarte acá viendo un poco de tele?
Asentí. No tenía otra cosa que hacer. La señora encendió la TV y colocó el canal de Disney Channel, ese que tanto me gustaba ver en las tardes luego de la segunda siesta.
Los grandes se fueron y me dejaron sola en la habitación. No había rastro de los otros chicos. Algo llamó mi atención. Esa casita de madera, me incitaba a entrar. Siempre había querido tener una casita. Se lo había rogado a mi papá un par de veces, pero él decía que eso era para niñas más pequeñas. Bien, estos niños eran más grandes que yo, y eran niños. Así que me decidí a dar un par de pasos, y con mucho esfuerzo, abrir la puerta de cristal.

Una vez que lo hice, pude respirar el aire puro, y sentir el sol calentar mi cabello castaño. Adoraba el verano. Era mi estación favorita. Caminé un poco más, y en lo que parecieron milésimas de segundo, llegué a mi destino. Toqué la puerta por cortesía, aunque sabía que nadie estaba allí. La maestra Elizabeth siempre decía que para entrar al baño había que tocar la puerta primero, bueno, creo que las casitas de madera también entraban en esa clasificación.

Por dentro no tenía mucho. Había una mesa de madera, y tres sillas. Un radio, encima de la mesa, una papelera, y lo que parecía una computadora de juguete. Un oso grande en una esquina, y un plato vacío en el medio del camino.

-¿Qué estás haciendo aquí? –Escuché detrás de mi. La sangre se me heló, y volteé lentamente, hasta que di con quien me había formulado la pregunta. El odioso de Joe.
-Te hice una pregunta –Dijo Joe, con mal carácter.
-Yo… yo… -No se me ocurría que decir –He venido a ver, solamente.
-Bien, en ese caso creo que ya has visto suficiente, ¡Vete! –Me alzó la voz el niño.
-¿Qué te hice? –Pregunté aterrada- ¿Porqué me odias si ni siquiera sabes mi nombre?
-¿Cómo te llamas? –Preguntó de mala gana.
-Zanny- Respondí.
-Que feo –Agregó el niño. “Que tonto”
Harta de que me tratara así, decidí tomar medidas drásticas. Me acerqué con paso decidido, y le empujé. Él solo dio un par de pasos hacia atrás.
-¿Eso es todo lo que tienes? –Preguntó Joe-
-¡Ya déjame! –Le grité. Le pasé por un lado y dejé la casita, con él adentro.

Pero al parecer no me había deshecho de él, pues me siguió. Comencé a correr alrededor de la piscina, escapando de él. Pero eso tampoco sirvió. Él también comenzó a correr detrás de mi, como perrito que sigue a su dueño. Al principio estaba asustada, pero luego comencé a reír, al ver que no me podía alcanzar, y por lo que vi en su rostro, el tampoco parecía estar ya molesto. Paré un momento para tomar aire y me volvió a hablar:
-¿Te asusté antes? –Preguntó, conteniendo una carcajada.
-¡Si-y-mu-cho! –Le contesté entrecortadamente.
-Lo siento. ¿Sabías que cuando sea grande voy a ser tan pero tan famoso que voy a estar en muchas películas? Estaba practicando. En realidad no te odio. Fue divertido –Dijo muy rápido.
-¿Enserio vas a estar en muchas películas? ¿Algún día te voy a ver en Disney Channel?
-Pregunté emocionada.
-Sí, y tal vez te mande saludos cuando esté en uno de mis conciertos, porque también seré una estrella de rock-
-¡Guau! –Me asombré- ¡Yo también quiero estar en muchas películas!
-Bueno, pero tienes que practicar primero
-¿Y como hago eso? –Pregunté inocentemente al chico.
-Bien, yo voy a ser el malo y tu la niña asustada, ¿Si?
-Ok

Joe hizo unos movimientos raros, y unos sonidos parecidos a los de un elefante. Eso me causó mucha risa, pero cuando vi la mirada de Joe, de esas que hacen los malos en las películas, me aterroricé y dejé de reír de inmediato.
-¡Que te dije sobre alejarte de mis cosas!
-Disculpa Joe, no quería…
-¡Cállate! ¡Ya he oído suficiente! ¡Vete de aquí, YA!
-¡¡¡JOE!!!

Escuchamos ese grito. El chico mayor, Paul, se acercaba corriendo, aparentemente furioso. Cuando llegó a donde estaba Joe lo empujó con fuerza, y éste cayó al piso. Lo miró con rabia, y corrió lejos de él, desapareciendo por la puerta de cristal, seguramente para contárselo a su mamá.

-No tenías que hacer eso, solo estábamos jugando –Puntualicé.
-Oh, ¿enserio? ¿Estaba Joe practicando otra vez para lo de ser actor?
-¿Qué es eso? –Pregunté a su vez.
-Nada, olvídalo. ¿Estás bien, entonces? –Dijo preocupado.
-Sí, estoy bien.
-Lo siento, yo no debí…
-No importa –Lo corté. Me fijé en sus ojos, y, creo que él también se fijó en los míos. Al ver que yo no apartaba la vista, el desvió la mirada a otro lado, y pude ver como sus mejillas enrojecían.
-Me gustan tus ojos –Pronuncié. Esto, al parecer, lo dejó perplejo. No sabía porqué se comportaba así, extraño. Se acercó y volvió a mirarme a los ojos.
-A mi me gustan los tuyos –Dijo este, a pesar de que sus mejillas parecían incendiarse, siguió con la vista clavada en mi.
-Gracias –Dije, ahora yo, siendo quien apartaba la vista. –Te llamas Paul, ¿Verdad?
-Prefiero Kevin- Sonrió. Colocó su mano en mi hombro y tomó un mechón de cabello castaño y lo enroscó en su dedo índice -¿Sabes? Eres muy linda para tener 5 años. ¿Alguien te lo había dicho?
-Creo que mi papá –Respondí sinceramente. Oí su suave risa, dulce. El viento azotó mi cara, rozándome suavemente.

Un grito se escuchó a lo lejos.

-Niños, ¡A cenar!

-Fin del Flash Back-

-¿Zanny? ¿Estas allí?
Aún seguía con el dedo índice enroscado en uno de mis mechones de cabello, mirando fijamente mis ojos azules en el espejo del asiento del copiloto.
-Sí, aquí estoy –Respondí a mi madre.
-¿Me dices quienes son esos Jonas Brothers?

Awwww*
Qe bella tu noveee!!
Ya qiero qe sea mañanaaa!!

Awwww gracias chicas!
me alegra que les haya gustado! (:

bueno a pesar de que solo firmaron 2 personas, voy a colocar este 3er capítulo por que realmente quiero compartirlo con ustedes, (:
adelanto: ESTE ES EL MEJOR CAPÍTULO EVER Y EL PRÓXIMO ES EL FINAL! get ready

Tercer Capitulo: ¿Te he visto en algún sitio?

-Es aquí mamá –Le dije mientras me bajaba del auto.
-¿De verdad te quieres quedar? Lissie lo entenderá si no te quieres quedar a ver una banda que no conoces –Insistió mi madre, por enésima vez.
-De verdad te digo, que estaré bien. No importa si no los conozco. Seguro que suenan bien. Lissie lo dice todo el tiempo –Respondí
-Pero… -
-Ya está, Sophie. Tú siempre me dices que tengo que aprovechar las oportunidades que se me dan. Y un concierto gratis es una de esas –Le dije harta.
-Bueno, está bien –Me di media vuelta y me alejé –¡Chao Zanny!

Esos ojos. La noche anterior había tenido ese largo sueño, que ahora no dejaba mi mente. Ese niño que había llegado para salvarme, aunque técnicamente no estuviera en apuros, él llegó para asegurarse que todo estaba bien. Pero bueno, había sido un sueño…

La mano de Lissie se agitaba enérgicamente en el aire, señalándome dónde estaba. Me acerqué, tratando de mostrar una sonrisa lo suficientemente convincente.

-¡Estas aquí! –Dijo Lissie alegremente, saludándome.
-Ni modo que sea un fantasma, ¿O si? –Dije irónicamente.
-Seguro te van a encantar. Son todos unos dioses con la guitarra –Dijo entusiasmada
-¿Enserio? –Dije enarcando una ceja. Me consideraba una experta en lo que se refiere al punto de vista musical de las cosas, pero sobretodo con la guitarra.
-Siéntete libre de juzgarlos. Se que no me quedarán mal –Dijo con tono de invencible.
-Ya veremos –Seguí con mi tono irónico. La verdad me sentía un poco incómoda. Apenas llevaba una chaqueta azul oscuro, unos pitillos y unas Converse. Y las otras mil chicas que había allí llevaban pancartas con cosas locas escritas. ‘¡Joe, sé mi amante!’, ‘Kevin, ¡por favor! ¡Dame un hijo!’ o ‘¿Te casarías conmigo, Nick Jonas?’. Por Dios… ¿Quien le dice ‘Dame un hijo’ a su cantante favorito? Extrañamente, los nombres se me hacían conocidos. “¿Porqué tengo que asociarlos con mi sueño? Son nombres normales y corrientes que puede tener cualquier chico. Me estoy poniendo paranoica”

En fin, la hora del concierto había llegado. Comenzaron a dejar pasar al montón de chicas locas, y, poco a poco, iba aumentando la adrenalina, que de por sí era bastante alta, al pasar y ubicarse en cada uno de sus asientos. Cuando, al parecer, todos los puestos del estadio estuvieron ocupados, las luces se apagaron de la nada, creando una oleada de gritos y emoción por parte de las fans de dicha banda. Una pantalla gigante, marcaba un emblema con las letras J y B en un ornamentado y bonito tipo de escudo, de color ocre, con un contador que marcaba los segundos.

-5…4…3…2…- Contaban el millón de chicas, a una sola voz.

Una luz se encendió desde el cielo, dejando ver a una persona inmóvil, sentada en una simple silla, con una guitarra. Llevaba un sombrero negro, que escondía su cabello castaño y rizado perfecto. Una chaqueta negra también. Bajo esta, una camisa blanca, y, según pude ver gracias a los lentes de contacto que llevaba puestos, que me ayudaban a ver a largas distancias, la camisa era de puntos negros, y una fina corbata roja le adornaba. Sus pantalones eran grises, ajustados, tipo pitillos, como los que yo llevaba puestos, terminando en unas relucientes par de Converse rojas. Las chicas gritaban sin control, como si el mismo Jesucristo hubiese aparecido frente a sus ojos.

El chico, de aparentemente uno o dos años menos que yo, comenzó a tocar dos acordes básicos. Sólo esos acordes. Las chicas seguían gritando, adivinando la canción. De repente, otra luz se enfocó en un lugar donde, del piso, saltó una figura más alta que el chico anterior. Su cabello largo y liso lo hacían verse ágil. Su cara, mostraba carisma y alegría. Tenía una interesante camisa color fucsia, con un chaleco de traje blanco por encima, y una corbata de figuras psicodélicas. Sus pantalones, al igual que los de su hermano, eran ajustados, pitillos, pero de color negro, dejando ver unos zapatos Nike fucsias con negro. “Interesante…” pensé. El chico se dirigió a la multitud.

-¡Buenas Noches New Jersey! –Saludó alegremente. Su voz, se oyó en cada rincón del estadio. Y a su vez, respondido por un intenso grito de la multitud.

-¡Hey Joe! –Saludó el chico de la guitarra, levantando la vista hacia el chico que acababa de aparecer. –¿Qué tal, chicas? –Preguntó refiriéndose al público enloquecido. Más gritos agudos respondieron. –Emm, ¿Joe? Pensé que íbamos a ser solo nosotros dos…-

-No te preocupes, hermano. Nuestros amigos son de confianza, ¿verdad?- Afirmó despreocupadamente al mar de chicas.
-Bien, pero… sabes que soy un poco tímido- Admitió el otro con vergüenza.
-¡Vamos Nick! –Dijo Joe, acercándose a él y dándole una palmadita alentadora en su hombro. –Lo harás bien. Ahora, ¡Muéstrame lo que tienes!

Los gritos persistieron. El chico, Nick, comenzó a tocar los acordes de nuevo. Los mismos repetitivos acordes. Una voz suave, romántica, y exquisita salió de su boca y cantó el par de versos que componían la canción.

‘Called her for the first time yesterday
Finally found the missing part of me
Felt so close but you were far away
Left me without anything to say’

Y ahora salía a flote otra hermosa voz, esta vez, las chicas gritaron aún más fuerte. Sexy, el otro chico, Joe, comenzó a cantar la siguiente parte.

‘Now I'm speechless, over the edge, I'm just breathless
I never thought that I'd catch this lovebug again
Hopeless, head over heels in the moment
I never thought that I'd get hit by this lovebug again’

Sencilla, divertida. La letra era graciosa. “¿El bicho del amor?” pensé sarcásticamente. El ritmo era pegajoso, y, cuando menos me di cuenta, al volver al coro, ya me sabía por lo menos ‘Lovebug again’ hasta que lo escuché…

-Now, I’m-

Y sonó. Lo que había estado rogando a que apareciera apareció. Las luces lo enfocaron. El majestuoso sonido de la guitarra eléctrica a todo dar estaba allí presente. Como un Dios, el último integrante de la banda, quien supuse que sería el tal Kevin. Dios, como molaba ese tipo. ¿Cómo lo hacía? Ni me pregunten. Y pensar que yo me consideraba un haz de la guitarra. Me quedaba como el bichito del amor, chiquito, al lado de tal maestro. A la guitarra eléctrica le acompañaron las melodiosas voces de sus hermanos. Y la canción se hizo perfecta. Buen ritmo, buena letra, y sobre todo, buenos artistas. El último chico, el mayor según pude detallar, llevaba una chaqueta negra de cuero encima, con una camisa de color verde oliva, y una corbata marrón, que hacía la combinación perfecta con sus pantalones pitillos marrones, y unos clásicos zapatos negros, tan brillantes como la negrura de la noche. El chico llevaba patillas largas, que hacían definir su cara blanca, su nariz, sus ojos, y su boca. Su cabello era castaño, cuidadosamente rizado, de diámetro más ancho que los rizos del pequeño, Nick. Embobada ante tal belleza, no me quedó de otra que imitar al resto de fans desquiciadas, y, montarme encima de la silla, cantando los pedacitos de canción que se habían grabado en mi mente, a todo pulmón.

La canción había terminado, y sin embargo, los gritos seguían como en el principio del concierto. Y, bueno, yo contribuía. Quería seguir escuchándolo. Quería deleitarme con la música que sus manos hacían salir de aquel trasto de madera.

Hicieron un repertorio bastante completo. Por lo menos, 15 o 20 canciones diría yo. Estaba satisfecha. El concierto había estado asombroso. Pude observar lo ágiles y talentosos que eran. Nick y Joe hicieron de las suyas, y me sorprendieron con saltos impresionantes. Y Kevin, dando vueltas y vueltas con la guitarra en mano, sin dejar ni un segundo de hacer música para mi, Lissie, y el otro millón de chicas que teníamos a delante, atrás, y a ambos lados. Presentaron a los demás componentes de su banda. Presentaron también a su hermano pequeño, Frankie, quien nos dio una pequeña probadita de su talento, tocando como sólo él, la batería, con una energía algo inimaginable para un niño de tan solo 7 años.

Pero no se terminaba allí. Lissie había hecho un buen trabajo, y había conseguido dos pases para la firma de autógrafos y meet&greet que tenían en un par de minutos más tarde. Así que, hablando como cotorras sobre todo lo que había pasado en el concierto, Lissie y yo nos dirigimos a la parte de atrás del estadio, para nuestro encuentro personal con los Jonas Brothers. “No puedo creer que tenga tanta suerte” pensé.

Mostramos nuestros pases al gran hombre de la entrada a los camerinos, al que reconocimos como Big Rob, quien hizo una actuación con los JB en una de sus canciones preferidas, Burnin’ Up. El hombre nos indicó el camino que seguiríamos, y, muertas de ansiedad y emoción, le seguimos el consejo. Cuando menos nos dimos cuenta, ya estábamos en una cola de por lo menos 13 chicas por delante. No eran muchas, pero si tendríamos que esperar. O eso creíamos… pues en lo que nos parecieron segundos, ya estábamos de primeras en la fila. La puerta se abrió y pasamos de inmediato.

Los chicos estaban sentados detrás de una larga mesa de madera. Ellos se levantaron al instante, para saludarnos. Lissie se dirigió a Joe y Nick, quienes eran sus preferidos. Pero yo ya tenía en mente a quien saludar primero. Extendí las manos hacia él, y este las tomó con delicadeza. Pensé que sus manos estarían duras y callosas, por las cuerdas de la guitarra, pero eran todo lo contrario, casi tan suaves como la piel de un bebe. Sentí un contacto eléctrico al unir nuestras manos, como una corriente que me traspasaba. Inmediatamente miré sus ojos, en busca de una respuesta a esta extraña sensación. Y fue entonces cuando los detallé. Sus ojos eran más claros que los de sus hermanos. Eran verdes… no… eran grises… bah, ¿Almendra, tal vez?. Sentí que eso ya lo había pensado antes, pero que importaba. No podía dejar de mirarle los ojos por un segundo. Y para mi sorpresa, él tampoco podía dejar de mirarme fijamente. Pero eso no fue lo único que me sorprendió.

-¿Za-Zanny? –Tartamudeó un poco. Impresionadísima, puse los ojos como platos. “¿Cómo puedes saber mi nombre? ¿El mío, entre tantos millones de chicas?”
-¿Qué? –Fue lo único que se me ocurrió decir. Mi mente no funcionaba como lo hacía normalmente.
-Disculpa… creo que no…- Su melodiosa voz sonaba en un tono de disculpa, pero sus ojos seguían firmes en su teoría
-Espera… Sí me llamo Zanny- Afirmé. -¿Cómo puedes saber mi nombre?-
Una pequeña posibilidad surgía de mi mente… “Está claro”. No había otra manera lógica.
-Creo… creo que… ¿Te he visto en algún sitio?-

OMJ OMJ OMJ OMJ OMJ OMJ
mori dioz kevin..que hermosoooo
me reconocio diosssssssssssssss mori mori
esta increible esta nove la ame
espero el ultimo cap
grax por compartir esta nove tan wena con nosotras

SUPERS CAPSS!! qe triste qe solo son 4 bueno igual siguela nena!

OMJ!!!
Ahhhhhhhhhh!!
Me encantaaa!
Ya qiero qe sea mañanaaa

hahah en realidad actualizaré hoy Elianita (:
gracias por los coments chicas! snif! pues sí hoy es el último cap. Espero que les haya gustado. Sé que es algo diferente para ustedes, no están acostumbradas a este género, xD. Solo quise demostrarles que también hay otras maneras de escribir ó leer fanfics a parte de los de "AlgúnJB y tú" y los hot, :S
en fin, gracias a las pocas que se tomaron la molestia de leer, (:

Cuarto Capitulo: Mi Recuerdo

-De hecho, he tenido un sueño… -Me vi obligada a contarle mi estúpido sueño. -¡Pero que chorrada, olvídenlo!
-¿Zanny? –Dijo esta vez, Joe. Me miró fijamente a los ojos. “No puede ser. ¿Este también?”
-Oigan, comienzan a asustarme –Declaré. Di un paso hacia atrás, pero con las manos aún fuertemente agarradas de las de Kevin.
-Y a mi –Dijo Nick, que al parecer, también estaba desconcertado.
-¿Me he perdido de algo? –Dijo, algo molesta, y confusa Lissie, pues había acaparado la atención de los tres Jonas.
-¿De que trataba tu sueño, Zanny?- Preguntó Kevin, haciendo caso omiso a los comentarios anteriores.
-Pues… no se si era un sueño exactamente –Comencé. –Primero se desarrollaba en un supermercado, donde no recuerdo muy bien, conocí a tres chicos pequeños, que llevaban, creo, sus mismos nombres. Nick, que para entonces tenía 4, me prestaba su micrófono de juguete –A Joe se le iluminó el rostro, pareciendo recordar algo. –Que luego dejaba caer al suelo porque dos de ustedes venían en un carrito de súper a toda velocidad-
-Seguro era Joe quien lo venía conduciendo –Se carcajeó Nick. –Siempre ha sentido atracción por la velocidad, y no digamos que se le da muy bien lo de manejar-
-Ya, cállate –Le espetó Joe- Que tú ni licencia tienes.
-Tú tampoco –Replicó Nick.
-Sigue Zanny –Me pidió Kevin, suplicante.
-Bien… luego cambiaba de escena, a una casa muy hermosa. Con una casita de madera en el patio, la cual iba a visitar, cuando uno de ustedes, creo que Joe, me sorprendía adentro de ella. Luego salimos y creo que comenzamos a correr. Quedamos en jugar algo, pero luego llegaste tú, Kevin –Dije, mirándole fijamente los camaleónicos ojos vidriosos. –Y lo empujaste, creyendo que me hacía daño… y después…- No podía seguir. Me daría vergüenza, y sabía que él también sentiría pena.
-¿Y después…? –Preguntó Lissie, quien había estado pendiente de cada detalle.
-Creo que esto es una chorrada –Dije, dándome media vuelta.
-Espera –Dijo Joe. –No es ninguna chorrada… Yo recuerdo ese micrófono-
-Felicidades, yo no recuerdo nada –Dijo sarcásticamente, Nick.
-Y no has de hacerlo –Suspiró Kevin. –Tenías cuatro años, eras un bebé aún-
Lissie y Joe rieron a carcajadas, y Nick se enrojecía por completo.
-¿Tus padres… son Sophie y Michael Fox? –Me preguntó Kevin, ignorando las risas de los demás, para que luego estos volvieran a centrar su atención.
-Sí… -Asentí asombrada. “No-puede-ser”
-Vaya… Mamá y papá estarán bastante contentos cuando les digamos que hemos dado con la hija de Michael y Sophie Fox –Dijo Kevin.
-¿Quiénes…? –Comenzó a preguntar Nick, pero Joe fue quien le respondió.
-Viejos amigos de papá y mamá
-¿Nos conocías de antes, Zanny? –Preguntó Kevin, intrigado.
-A decir verdad, no estaría aquí sin la presión de Lissie –Sonreí a ella. –Ella fue quien me habló de ustedes, y, sinceramente no tenía mucho interés en venir… pero ya sabéis, para no romperle el sueño a Liss…-
-¿Desde cuando nos sigues, Lissie? –Preguntó Joe, olvidando la historia de nuestro primer encuentro.
-¿Sois las últimas de la fila? –Preguntó Nick, con un dejo de cansancio.
Asentí.
-Bien, en ese caso, voy a darme una ducha. Y de paso le aviso a mamá que estás aquí, Zanny-
-Claro… -Accedí. Dirigí mi mirada a Kevin, quien aún me miraba fijamente.
-¿Podemos salir un momento, por favor? –Preguntó Kevin, algo serio.
Tomé una de sus manos, y éste me guió a través de una puerta del fondo de la habitación, que daba cara a lo que parecía el estacionamiento del estadio, ahora vacío, exceptuando el millón de estrellas que estaban esparcidas en el largo y negro manto de la noche.

-¿Y bien? ¿Vas a terminar de contarme tu sueño? –Volvió Kevin al tema. Algo me decía que no me iba a zafar tan fácilmente.
-¿Porqué estás tan interesado, Kevin? –Pregunté, mirando una vez más, sus ojos espectrales.
-Porque si terminas de contarme, tal vez nuestra historia coincida, y tú seas la chica de mi recuerdo-
-¿Cómo? –Sólo pude preguntar. Me confundía.
-Sólo dímelo –Sonrió cálidamente. Perfectamente, su sonrisa podía alumbrar toda la oscuridad del universo. Blanca, y perfecta, me invitaba a depositar la confianza que ya yo había depositado en él.
-Luego de que empujaste a Joe, éste salió corriendo de allí. Y tú te disculpaste pues no sabías que sólo jugábamos. Me fijé en tus ojos, y dije que me gustaban –Paré para tomar aire, y dejar que la sangre caliente se acumulara en mis mejillas. –Me dijiste que…-
-A mi también me gustan los tuyos…- Completó. Él también lo recordaba. Me quedé contemplando su perfección. –Sigue Zanny- Me indicó.
-Y… luego te pregunté que si te llamabas Paul, pero tu dijiste…-
-Que prefiero Kevin –Sonrió, volviendo a completar la frase. No entendía para que seguir si él sabía perfectamente lo que venía después. Pero sus ojos me hicieron seguir.
-También me dijiste que era muy linda para tener 5 años…- Si pensaba que no podía enrojecer más, estaba equivocada.
-Te pregunté si alguien más te lo había dicho-
-Y yo te contesté que mi papá…- Dejé escapar una risita. –Tomaste un mechón de mi cabello… -Sentí como pasaba su mano delicadamente por mi espalda, y tomaba una de las puntas de mi largo cabello. –…Enroscabas tu dedo índice… -Su dedo índice derecho jugueteaba con el mechón de cabello castaño, enrollándolo. -…Y mirabas fijamente mis ojos inocentes…- Su mirada estaba clavada en mí. Sus ojos, demostraban dulzura y cariño contenidas en su ser durante lo que parecía largos años. -… Nos llamaron a comer…- Proseguí, mientras que a la lejanía se escuchaba un ‘Kevin, ¡ya deberíamos marcharnos!’ –…Pero hicimos caso omiso a el llamado…-

Me quedé callada. Lo próximo que seguía no lo iba a contar. Ya sea por la vergüenza, o porque sencillamente mi cerebro no daba para más. Estaba paralizado. Casi olvidaba como respirar. Tenía frío, pero este iba desapareciendo a medida que me acercaba al chico que tenía al frente, mucho mayor que yo, y que sin embargo, no podía dejar de… ¿Amar?

-¿Qué seguía después, Zanny? –Intentó pronunciar Kevin, quien al parecer, también tenía problemas para formar palabras coherentes.
-Luego… te acercabas…- Sentía su respiración a solo palmos de mí. –Tomabas, con tu otra mano, otro mechón de mi cabello y lo apartabas de mi cara…- Con sus suaves yemas, rozaba el flequillo de mi cara, llevándolo hasta detrás de mi oreja. Sentí un escalofrío al sentir su fría piel rozar mi oreja, hirviendo. –Y luego…-
-Hacia esto –Terminó Kevin, para concluir lo que debía de cumplirse.

Sus labios, rozaron tiernamente los míos, tal y como la primera vez. Fríos, buscaron lentamente calor en toda mi boca. Poco a poco, recorrió cada centímetro de mi cara, mi cuello, y mis labios. Y yo no podía pensar. Mis instintos pedían auxilio, un poco del aire frío que sobraba en aquella noche, pero ¿Qué importaba respirar? Si había esperado tanto tiempo para esto. La desesperación de encontrarme se vio reflejada en cada uno de sus movimientos. Sus labios, y los míos, saciaban aquella necesidad que hacía casi 12 años que no experimentaba. Una experiencia única, que, milagrosamente, se repetía. No puedo explicar con más detalles lo que sentí en aquel momento. Mis labios se separaron lentamente de los suyos.

-Bueno, no era exactamente ese tipo de beso, claro, pero no me quejo –Comenté sonriente, a lo que él respondió con su risa. Esa risa que había oído hace tanto tiempo y que había permanecido grabada en mi mente. Dulce, celestial, como la de un ángel.
-Kevin…- Traté de decir algo, ahora respecto a lo que había pasado. Pero su dedo índice se posó sobre mis labios, ahora calientes luego de tal actividad, impidiéndome seguir hablando.
-Siempre has sido parte de Mi Recuerdo, Zanny. Siempre estuve esperando a que aparecieras. Tenía las esperanzas de que volvería a encontrarte. No importaba la forma, el lugar, o el tiempo que fuese. Sabía que tú eras parte de mi recuerdo-
Volví a besar sus labios nuevamente.
-Y yo sabía que tú me estarías esperando. No se como, pero siempre supe que tú también eras parte de mi recuerdo-

Lo abracé con todas mis fuerzas. Como no lo pude hacer antes. Pretendía quedarme allí para siempre, fundida en un beso, o un abrazo. Pero siempre cerca de su corazón…

Nunca sabes cuando te encontrarás con la persona que cambie tu vida radicalmente. Siempre debes de sonreír a la vida, puesto que no sabes que jugada te depara el destino, y la persona que menos imaginas, puede llegar a ser esa persona a quien esperas tan ansiadamente. ¡Fíjate en mí! Nunca imaginé que el chico de Mi Recuerdo sería el que me llevase a la tierra de fantasía donde siempre había soñado con llegar.
-Mantente cerca, en tus sueños…-

FIN.




…¿O tal vez, este sea el final de nuestro Comienzo?...
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lo amé totalmente, ustedes no? (:
ah por cierto! esta no fue una historia "Kevin y tú" no se confundan, la protagonista es Zanny, no ustedes, xD sorry (: