Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XVII

“desespero”

– ¿Qué sucedió?– me pregunto Alicia –lo bote, le dije que no podía perdonar todo lo que había hecho, que no podía volver con él por miedo a que pudiera dejarme–
– ¿Lo amas?– su pregunta me hizo asimilar muchas cosas, no sabía si podía responderle en ese momento ¿Qué sentía por Nick? ¿Amor u Odio? Que me hacia querer tenerlo a mi lado y que me hacia querer alejarlo con todas mis fuerzas, en ese momento pasaron por mi cabeza todos esos recuerdos tan bellos a su lado, hasta comencé a comparar el amor que sentía por él y el amor que sentía por Kevin –lo amo, lo amo con todas mis fuerzas– le respondí completamente segura de mi respuesta –entonces no entiendo porque no está a tu lado ¿Por qué lo dejaste ir?– Alicia tenía mucha razón ¿Por qué lo había dejado marcharse? –Lo quiero, quiero que esté a mi lado–
–Entonces levántate y ve a buscarlo–
–Tendrás que venir conmigo porque ya no tengo permiso para conducir–
–Es lo menos que podría hacer amiga– me respondió con una sonrisa mientras me ayudaba a levantarme del suelo, por un momento los dolores de mi cuerpo desaparecieron dejando aparecer un sentimiento de esperanza en mi interior, tal vez no todo estaba perdido, lo importante es que estaba aquí cerca de mí y podía verlo para arreglar la situación, tome mi bolso y salimos en dirección al coche, Alicia hablo con Joe y fue ahí cuando entendí el segundo sonido de la puerta, Joe había salido a buscar a Nick al notar que no estaba conmigo –Joe vendrá a buscarnos– en diez minutos Frankie y Joe aparecieron en un lujoso deportivo frente a nosotras –debemos apurarnos– le dijo Joe a su hermano menor quien conducía el coche a máxima velocidad, lo que no duro mucho al interceptarnos el tráfico pesado de la hora pico de la ciudad –¿A dónde iremos?– pregunto Alicia
–Nick esta camino al aeropuerto, no nos dijo a donde iría solo que no podía vivir con el rechazo de tn______, está muy martirizado, se siente muy culpable, tengo miedo de lo que sea capaz de hacer– yo también me sentía muy culpable por todo esto, una vez más mis decisiones habían sido las equivocadas, por mi culpa Nick se encontraba en un aeropuerto a punto de abordar un avión alejándose de su familia, una vez más le generaba un sufrimiento a los Jonas –lamento todo esto, es completamente mi culpa– les dije en sinónimo de disculpa a Joe y Frankie, pude ver como Frankie me miraba con hostilidad desde el retrovisor, sin duda el estaría en la lista de los contra –no es tu culpa, solo fue algo que sucedió y punto, ahora debemos resolverlo– me dijo Alicia
– En eso tienes razón mi amor, no eres la culpable tn_____ – luego de una hora de tráfico pesado pudimos ver a la distancia el aeropuerto –Ok, Nick estará en la puerta veintitrés este, debemos llegar antes de que aborde– dijo Joe
– ¿Cómo sabes que es la puerta correcta?– le pregunte muy atenta
–Por ahí abordamos vuelos privados, siempre nos atienden por ahí, creo que estamos apostando a la suerte–
–Yo he abordado aviones privados en la tres oeste ¿Cómo sabes que no es esa?– le dije intentando colaborar con el plan –Entonces yo iré a esa– dijo Alicia con entusiasmo –ok, entonces quedamos así, tn_______ y Joe van a la este y yo voy a la oeste, Frankie estacionara el coche– todos asentimos con la cabeza al escuchar a Alicia, era el plan más coherente, antes de llegar a la entrada Alicia y Joe compartieron una mirada llena de sentimientos tan puros y abrazadores que me sentí intimidada, la intensa mirada castaña de Joe se clavo en la de mi amiga antes de darle un beso en los labios –Suerte a todos– dijo Joe antes de abrir las su puerta del coche –¡Suerte!– dijimos todos al unisonó antes de ponernos en marcha, mis piernas comenzaron a moverse rápidamente al ver como Joe comenzaba a correr, nunca me vi inundada por la necesidad y el deseo de correr más fuerte de lo que mi capacidad física me lo permitía, en qué pensaba cuando le dije aquello de una manera tan cruda, aunque muchos me negaran la culpa yo sabía que todo había sido provocado por mi desde el comienzo de este embrollo, las piernas me pesaban y dolían pero aun así no me permitían detenerme, no podía permitir que esto acabara de esta forma, ahora no se trataba de mi sino de él, algo que valía mucho más que cualquier otra cosa en este planeta inclusive más que mi propia vida, los codazos de la gente en mis brazos y costillas poco me importaban, los tropezones con los equipajes y las inmensas multitudes que me había obligado a atravesar con mi propio cuerpo como escudo eran dolores mínimos comparados al que había sentido anteriormente y al que estaba por sentir si no llegaba a tiempo a mi destino, por mi mente comenzaron a aparecer planes de contingencia, “suicidio” era la primera palabra que rodeaba mi cabeza, mi vida no era nada sin su presencia, a mi corazón poco le importaría dejar de latir sino podía volver a sentir ese ronroneo inconstante que aparecía cuando me susurraba al oído con su hermosa voz esos versos de amor inspirados en Romeo y Julieta, incluso todo a mi alrededor se le restaba importancia sin su presencia, no entendía porque mis pies eran más rápidos que los de Joe que corría a mis espaldas, no sé que pensé al dejar que Frankie estacionara el coche sabiendo que él podría haber llegado más rápido que yo, las campanas del gran reloj ubicado en el techo del edificio eran el único sonido que predominaba ante el bullicio de la gente que hacia enormes filas en las diferentes entradas, cada campana era una puñalada en mi estomago que debilitaba mis pasos y que de alguna manera me hacia recordar que estaba por llegar a su fin el motivo de mi existencia, ese por el que había luchado sin descanso todo este tiempo, ese por el que estaba dispuesta a dar todo cuanto me pertenecía incluyendo mi vida, el aire que entraba por mi garganta reseca me quemaba pero tampoco era suficiente para detenerme, nada podría hacerlo y en ese momento fue cuando lo vi, el motivo de mi presencia en este lugar estaba a punto de hacer lo que yo quería evitar, lo que ahora deseaba con mas fuerzas que nada era poderlo alcanzar.