Encuentros Sexuales!!! (Nick y tu) (solo mayores)

Capítulo XXXI
“Propuesta”
Ya estábamos listos lo que me hizo preguntarme como llegaríamos al lugar de la reunión si ya se habían cumplido los diez minutos, al parecer Nick pudo leer mi rostro de confusión –hay dos cosas por lo que puedes estar confundida, la primera aclaratoria es que me duche en el baño de afuera mientras tú lo hacías en el principal y la segunda es que la reunión será aquí preciosa– la primera me causo un poco de gracia ya que no me había puesto a pensar en ello y la segunda si había dado en el blanco, pero luego me sorprendió ver que no solo había cuatro casas, atrás de estas, aun más cerca de la playa se encontraba una casa mas grande, esta tenía dos niveles pero aun así conservaba el mismo estilo de colores que las otras, esta se llamaba Denisse por lo que pude deducir que era la casa de los padres de Nick ocupaban cuando venían, los muebles de esta era diferentes, eran más sofisticados y delicados no más hermosos no costosos, solo más sofisticados sin duda alguna tenía ese toque femenino y citadino, esta casa también tenía otra diferencia, una piscina se dejaba ver a través de la pared de cristal con una gruta que salía de su lado izquierdo dejando oír el sonido del agua que caía desde la parte superior logrando así el simulacro de ser una cascada muy provocativa, nos dirigimos a otro el salón que estaba lleno de personas, la enorme mesa de unos doce puestos estaba llena, solo estaban libre el puesto de la cabeza y su mano derecha que eran los que nos correspondían, todos eran hombres exceptuándome a mí y a otra mujer, cada uno tenía una vestimenta acorde a la situación y al clima del lugar, aunque se les notaba por encima la elegancia y el alto poder adquisitivo de cada uno, no hizo falta que interviniera sino un par de veces, Nick se encargo de dialogar con una facilidad increíble toda la reunión, definitivamente sabía lo que hacía, no lo vi titubear ni un solo segundo, aunque solo las personas especialistas en la materia como yo podíamos notar uno que otro signo de intranquilidad, pero eran tan tenues que no importaban, los inversionistas quedaron fascinados con Nick, la reunión duro unas tres horas pero logramos conseguir las firmas de la mayoría, solo quedaban algunos que no se dejaron convencer pero que en cualquier momento se ablandarían, ahora era mi turno, debía encargarme de ellos pero eso esperaría hasta la reunión de pasado mañana, se saltaba un día debido a que mañana era una fecha festiva en el país y ni siquiera los empleados de la villa asistirían a sus labores, un par de horas más tarde ya todos se habían ido, cuando ya nos encontrábamos solos nos dirigimos a la casa que estábamos ocupando, estando en el living Nick envolvió mi cintura con sus brazos pegándome a su cuerpo, pegue mi labio de su fuerte cuello pero algo rompió el momento, mi estomago acababa de rugir como si se tratara de un león para recordarme que no había ni desayunado ni almorzado y ya había pasado la una de la tarde, nuevamente sentí como mis mejillas tomaban color, Nick soltó una risa graciosa –tranquila somos humanos, yo también estoy hambriento–
– ¿Me preparas algo?– le pregunte aun sin deshacer nuestro abrazo, torció un momento su rostro al escucharme
–Creo que si podría prepararte algo– respondió luego, me soltó ágilmente para luego dirigirse a la cocina, yo me senté en una de las sillas del lado de afuera de la barra – ¿Desde cuándo sabes cocinar?– le pregunte mientras el sacaba todos los ingredientes que necesitaría –no lo sé, mientras estudiaba en la universidad creo que aprendí, no me gustaba salir a comer todos los días, no lo sé– dijo encogiéndose de hombros –a mí tampoco me gustaba, durante la universidad intente acoplarme al lugar, pasar desapercibida– le dije
–Te entiendo, me imagino que por eso nadie sabía de tu padre y tu madre–
–En parte, pero ya no quiero pensar en eso, lo importante es que la persona que debía saber la verdad la sabe– le dije mientras lo veía a los ojos, se me acerco y me dio un pequeño beso en los labios –gracias– dijo luego tan cerca de mi rostro que pude sentir su aliento rozar mis labios, ahora me daba cuenta de que teníamos otro parecido, a Nick tampoco le gustaba llamar la atención
– ¿Cuándo construyeron este pequeño paraíso?– le pregunte mientras perdía mi vista en la hermosa playa
–Mi padre lo termino de construir cuando Kevin se graduó, cada casa es un regalo para cada uno al que ganamos derecho al graduarnos–
– ¿todas son iguales?–
–Solo por fuera, cada uno decoro su casa, excepto Frankie que aun no puede usarla– claro no se había graduado, pensé cuando termino de hablar aunque su aclaratoria me hizo reafirmar el buen gusto que tenia Nick, todo estaba muy bien decorado, guarde silencio hasta que me sirvió lo que había preparado, sin dudarlo ni un segundo me lo lleve a la boca provocando que me quemara la legua
–tranquila, no quiero que te quemes– me dijo Nick con una risa ahogada, espere un momento mientras él se sentaba también a comer, al probar nuevamente ya estaba lo suficientemente frio para saborearlo – ¡esta divino!– le dije sorprendida y no mentía, tenía un sabor como a naranjas amargas, seguro le había echado un licor de la fruta y luego se sentía un sabor a especias dulces que aunque se sentían no le quitaban el sabor característico del pollo –¿Cómo aprendiste a hacerlo? Y yo creí que te sorprendía con mis panqueques, eres un mentiroso, esto esta divino– note como sus mejillas ahora se sonrojaban acentuando mas las pecas que tenia –tus panqueques me encantan son mi comida favorita, lo juro y la receta lo vi por internet, es primera vez que lo preparo–afirmo con la mirada clavada en el plato, estaba avergonzado, me levante de la silla para ir en dirección a Nick quien me seguía con la vista, enrede mis dedos en su sedosa cabellera, pegue mi pecho a su espalda y pegue mis labios al principio izquierdo de sus labios –todo te quedo divino– le dije aun sin separar mis labios de su rostro –ahora preparare yo el postre– le dije mientras lo soltaba y me dirigía hacia el refrigerador en busca de algo que me sirviera, conseguí crema y frutas así que decidí que eso justo a un helado de fresas quedaría perfecto, recordé que le gustaba comer junto a mí en un solo plato así que lo prepare de esa forma, Nick entrecerró los ojos al ver lo que traía –¿Tú quieres postre?– me preguntó
–Si quiero ¿Por qué?–
–Creí que no te gustaba ningún helado además del mantecado– Nuevamente apareció su suspicacia
–Tienes razón, no me gusta más ninguno, pero tú te encargaras del helado yo solo comeré las frutas y la crema– el rio y luego se tiro en el sofá del televisor con los brazos detrás de su cuello abriendo la boca, luego entendí que era mi turno de darle el postre así como él lo había hecho en otra ocasiones conmigo y la idea para nada me molestaba, en más de una ocasión tuve que limpiar helado de su rostro con mis labios como él lo demandaba, su sabor era tan divino que opacaba el del desagradable helado, al terminar de comer me quede dormida en su regazo nuevamente, su brazo me envolvía pegándome más a él, me desperté y note que Nick también estaba dormido me escurrí lentamente de sus brazos para dirigirme a la cocina y arreglar lo que habíamos desordenado, note que ya estaba anocheciendo, en unos cinco minutos todos estaría oscuro, me dirigí al cuarto principal, me detuve frente al cristal de la habitación para apreciar el hermoso crepúsculo –es hermoso– me susurro al oído la melodiosa y aterciopelada voz que me encantaba –lo es– le afirme mientras se abría paso a la oscuridad de la noche – ¿Quieres bañarte en la playa conmigo?– me susurro al oído, la mente se me nublo por un momento pero de mi garganta salieron palabras de las que no estaba segura aun de deber pronunciar –si quiero– Nick beso mi mejilla y se encamino hacia el mar –te espero allá preciosa– me dijo mientras atravesaba las cristales corredizos de la habitación, la luna era la única que alumbraba su cuerpo que se adentraba en la oscuridad en dirección al mar.