Mi amigo sexual (nick y tu) (solo para mayores) very hot CAPI FINAL

Llegaste al establo sin una pizca de aire en los pulmones, todo estaba oscuro – ¿Quién está ahí?– pregunto Denisse desde el interior, la habían atado a una columna de madera, te reventaste las manos mientras la desamarrabas – ¡¿Dónde está Nick?!– Le preguntas –no lo sé, no sé si lo han traído hasta acá– la pobre Denisse estaba hecha un mar de nervios y lagrimas, como instinto la revisaste por todos lados, aunque no podría auxiliarla ya que no tenias ningún conocimiento medico sentías la necesidad de ver si se encontraba bien y lo estaba, Denisse no había pasado más que un susto en esta ocasión, le diste a Nicholas y corriste a buscar a Nick – ¡llama a emergencias!– le gritaste al verlo, Denisse tardo en reaccionar al verlo – ¿(tu nombre) eres tú?– pregunto en el tono más alto que los golpes se lo permitieron a diferencia de Denisse Nick si estaba golpeado, su rostro estaba lleno de sangre e hinchado –tranquilo ya estoy aquí, no te va a pasar nada mas– le dijiste mientras intentabas desamarrar las cuerdas que lo sostenían, no aguantabas los sollozos –tranquila no me duele– te decía intentado tranquilizarte, tal era su deseo de protegerte que negaba su dolor, luego de soltarlo te quitaste la camisa que llevabas y la hundiste en el tanque del establo para limpiarle las heridas mientras llegaban los paramédicos, verlo de esa forma te dolía más que nada y no se trataba de un dolor físico, darías cualquier cosa por estar en su lugar, su mano se paseaba por tu rostro mientras te dedicaba una sonrisa –todo va a estar bien– tu intentabas devolvérsela pero no podías –dame un beso– te pidió –Nick déjame limpiarte por favor– te halo hacia él y te dio un beso en los labios –esto es todo lo que necesito– te dijo luego de separarse de ti, ahora algo te preocupa aun mas, como reaccionaria Nick al saber que Sofía había sido secuestrada, lo abrazaste con todas tus fuerzas al recordarlo –te vas manchar de sangre–
–cállate Nick– estabas desahogando todo mientras maquinabas la manera de decírselo sin que le diera un infarto, que sería de tu hija en este momento –creo que deberías ponerte una camisa–
–Nick dime que no estás hablando en serio–
–Si lo estoy haciendo, no quiero que un poco de hombre babosos te vean semidesnuda, vístete por favor– lo ignoraste completamente –por cierto ¿donde está Sofía?– al escucharlo volviste a romper en llanto – ¡¿Qué pasa?! ¡¿Dónde está mi hija?!– En ese preciso momento los paramédicos entraron –debe apartarse señora – te ordenó uno – ¡suéltame pendejo! ¡(Tu nombre ¿Dónde está Sofía?!– Gritó Nick mientras lo montaban en la camilla –señor debe tranquilizarse–
–mira no me digas que debo tranquilizarme cuando no se que le paso a mi hija… ¡mira _______... Jonas ven aquí y deme que le sucedió a Sofía!– fueron sus últimas palabras antes de que lo sedaran completamente.

Un par de horas tardaste hablando con los agentes que tomaban tu declaración, Laura te esperaba en la comisaría para llevarte un cambio de ropa y apoyarte –gracias por venir– le dijiste sin ánimos mientras te dirigías junto a los escoltas al tocador para cambiarte, Cristo estaba allí con varios soldados de su pelotón para protegerte, luego de cambiarte de ropa saliste a enfrentarte al mar de fotógrafos que te esperaban en la calle, esos cinco escalones que te separaban del coche parecían eternos, las preguntas que hacían los reporteros era grotescas, no respetaban ningún tipo de dolor, te montaste en el coche sin ánimos de hablar lo único que querías eran ver a Nick ¡pobre Nick! Pensaste al imaginar el dolor que debería estar sintiendo en este momento, bajaste del coche para atravesar nuevamente a los fotógrafos pero ahora en la clínica, la familia Jonas estaba completa en la entrada de la habitación, luego sentiste como alguien intentaba romper la muralla humana que te cubría –cuñadita ¿estás bien?– pregunto Joe mientas te revisaba de arriba abajo –hay Joe– fue lo único que pudiste decir antes de desplomarte en sus brazos –tranquila desahógate– te decía mientras te palmeaba la espalda sin soltarte, estar en sus brazos te hacía sentir protegida, era esa clase de abrazo que necesitas para llorar –todo va a estar bien–
–Te estoy arruinando la camisa– soltó una risa ronca que solo tú la sentiste ya que tenias tu cabeza clavada en su pecho –si ya sé que tienes muchas–
–Creo que hay alguien que quiere verte– te dijo mientras te guiaba hacia la habitación en donde te esperaba tu esposo, al entrar Nick te esperaba con los brazos abiertos, tenía el brazo derecho enyesado y la cara llena de moretones el verlo allí en la cama te llego directo al corazón –mi amor– le dijiste mientras te abalanzabas en su pecho