Mi amigo sexual (nick y tu) (solo para mayores) very hot CAPI FINAL

, temías ceder ante tus deseos, sabias que eras capas de caer victima de esa tensión sexual que envolvía el momento, en busca de un respiro desviaste tu mirada a su rostro y notaste que Nick hacia lo mismo que tu, detallaba cada centímetro de cuerpo mientras deslizaba la lengua por sus labios, pero todo empeoro cuando encontró su mirada con la tuya, en este caso fue peor el remedio que la enfermedad, los profundos ojos castaños de Nick brillaban en dirección a los tuyos, expresaban el inmenso deseo que sentía de hacerte suya en ese preciso momento pero ¿Qué lo detenía? Si así lo deseara podría tener fácilmente y tú no podrías detener tu cuerpo que reaccionaria amablemente a sus caricias, te quedaste inmóvil evitando que cualquier movimiento inconsciente delatara tu ya evidente deseo carnal de dejarte poseer por Nick, una vez más un Jonas te salvo, esta vez se trataba de Frankie quien se había levantado temprano con la intención de ir a cabalgar por la playa, aprovechaste el descuido de Nick para escaparte y así poder lograr salir de la casa.
Ya en estando en el coche intentaste controlar el ritmo de tu respiración y aso poder aplacar el ardor que sentías por dentro, ese ardor que demandaba la piel, los besos y las caricias de Nick, te frustraba sentirte así pero ¿Cómo no hacerlo? Sus caricias, sus besos, su cuerpo eran tan deseables que no podías evitar humedecerte al sentirlo cerca, ese caminar de hombre confiado que expresaba sin duda alguna lo fabuloso que era tanto en la cama como en todo, Nick sabia como espolonear su virilidad a todos los presentes en especial a las mujeres que se derretían al solo verlo, no podías controlarte al sentir su cuerpo y aliento tan cerca de ti, encendiste el motor, aunque no era particular en ti lo hiciste rugir a ver si el estruendo que hacia la poderosa máquina te liberaba de los pensamientos, lo pusiste en marcha luego, sin ninguna dificultad conseguiste la casa de Denisse ya que en el mismo sector se encontraba la casa de verano de tus padres, la casa donde pasaste los veranos de los últimos cinco años que viviste junto a ellos, la casa de Paul y Denisse era hermosa, las puertas eran de madera opaca y las paredes tenían un color ocre que hacía notar junto a las tejas un estilo colonial my lindo y sofisticado, la casa no era tan grande y completa como la tuya, sin duda tendría piscina pero nada más y es que solo Eduardo construiría una casa tan grande y lujosa solo para verano, definitivamente tenía todas las características de ser un nuevo rico queriendo demostrar el dinero que tenia, dinero del cual tu le quitaste la mitad, la casa tenía un hermoso rosal de especímenes rojos que contrastaban con el ocre, Denisse te esperaba con Sofía en brazos justo en la entrada –entra, tengo un jugo de naranja esperándonos– viste el reloj pero aun era temprano para ir al desayuno con Miley y si alguien no podías negarle nada esa era Denisse, quien siempre se había comportado contigo maravillosamente.
Te sentaste en la elegante cocina con el vaso paseando entre tus manos –bueno hija ¿Cómo estás?–
–Muy bien gracias, está muy linda la casa, hizo una buena compra–
–Gracias, Nick hizo una excelente inversión– te sorprendiste un poco pero intentaste disimularlo, tan rápido Nick pensaba dejarte que ya tenía casa comprada –si definitivamente, fue una buena inversión–
–Tranquila sé que no sabias, Nick nos la obsequio–
–Bueno me tomo un poco desprevenida, pero está bien ustedes se lo merecen– aunque estabas molesta con Nick y lo habías amenazado con el divorcio te aliviaba saber que aun no tenia palanes de dejarte y tú ni siquiera habías contactado a tu abogado, aun todo estaba muy crudo como para analizarlo y sin duda Denisse y Paul se merecían el obsequio –escucha hija, mi hijo te ama verdaderamente y tu lo ama a él, créeme debería solucionar las cosas se que es difícil pero pueden hacerlo–
–Señora Denisse no quiero sonar grosera, pero no creo que usted conozca toda la historia–
–Sé lo que debo saber, que se aman, además Nick es hombre y le costó un poco retomar el compromiso, no es que lo justifique pero en cierta forma hay que entenderlo–
–No quiero hablar de esto con usted, discúlpeme– te levantaste de la mesa sin ocultar la hostilidad que sentías –fue un placer pero debo irme, Sofía despídete de tu abuela– dijiste al tomarla en brazos –si lo deseas puedo seguirla cuidando, no creo que estés lo suficientemente tranquila como para encargarte de ella– te llenaste de furia al oír lo que dijo – yo estoy bien y siempre, óigame bien siempre voy a poder cuidar de mi hija, fue un placer verla y mándele saludos a señor Paul– saliste una hecha un fiera de la casa, agradecías las clases tediosas que te había hecho tomar tu madre para controlar tus emociones porque de otra manera no te hubieras podido controlar ante las insinuaciones de Denisse, acomodaste a Sofía en el asiento trasero del coche, en su silla de seguridad, te llevo un par de minutos controlar los nervios que te produjeron

Tardaste un par de minutos en admirarlo y acariciarlo, algo te saco de los pensamientos, un ruido proveniente de la entrada de la caballeriza, alguien intentaba entrar sin que te percataras, buscaste a los lados intentando coincidir con un empleado para buscar algún tipo de apoyo pero no conseguiste a nadie, las manos comenzaron a temblarte cuando comenzaron a navegar por tu mente todas las posibilidades, podría tratarse de Madelene o cualquier loco que te estuviese acosando no serias la primera víctima de ello, además no sabían a ciencia cierta si había sido tu hermana quien te había enviado el último paquete, que pasaría si se tratara de otra persona, era posible que te hubieras ganado un nuevo enemigo luego de dañar el plan de quiebra de las compañías de Eduardo, tomaste el fuete para caballos con la mano derecha tan fuerte que los dedos te palpitaban productos de la presión, al sentir a la persona lo suficientemente cerca de ti te volteaste abalanzándole directamente un golpe en dirección a su rostro, el golpe derribo la estabilidad de tu cuerpo, ahora estabas mas asustada no habías escuchado reacción alguna en el intruso por lo que no habías logrado alcanzarlo
– ¡maltita sea! ¡¿Estás loca mujer?!– Grito Nick enfurecido y alarmado – ¡¿tanto me odias?!–
–lo siento, no sabía que se trata de ti, ¡además ¿Cómo entras así sin avisar?!–
– ¡estás loca! No puedes reaccionar así–
–Ya te dije que no sabía que eras tú, además acabo de recibir una amenaza que esperabas– Nick tardo un poco en reaccionar, al igual que tu, luego todo se te nublo cuando le viste el brazo,
–Acércate por favor–
–Si no me vas a matar, está bien– te dijo mientras se acercaba a ti un poco receptivo –deja el miedo y ven aquí– soltó un pequeña carcajada antes de acercarse aun mas, colocaste la mano en su brazo derecho sin quitarle la mirada de encima, notaste como se le encogía el rostro cuando lo tocaste, ahora si estabas preocupada

NARRA NICK CHICAS

– ¿Te duele?– me pregunto, ahora sonaba alarmada, sus suaves y delicadas manos se deslizaron por mi brazo, aunque me ardía, era nada comparado a lo que sentía cada vez que me rechazaba, cada noche que no la sentía a mi lado, cada instante en que la deseaba, luego note que podría sacarle provecho a la situación – ¡me está doliendo!– le dije aunque si me molestaba, no se trataba de nada grave, aqueo las cejas al escucharme –ven siéntate– luchaba para contener las ganas que tenia de envolverla en mis brazos, el ardor del brazo era nada comparado a lo que sentía cuando me tocaba –¿ahora te duele?–
–Solo un poco–
–Nick lo lamento mucho, jamás sería capaz de lastimarte–
–Tranquila, lo sé–
–Espera un momento– me dijo antes de levantarse y tomar una caja de primeros auxilios que guardaban los empleados en esta área de la casa, las manos le temblaban mientras me curaba, me fascinaba verla tan cerca, aunque suene masoquista debo admitir que agradezco que me haya golpeado, sentir sus manos en mi cuerpo –deberíamos llamar a alguien–
–Tranquila ya está bien, es solo un rasguño…volamos a lo que vine a buscarte–
–cierto… ¿a qué viniste?– en un solo movimiento la hale hacia mi cuerpo, pegando su pecho del mío, ella mas como reacción que como intención rodeo mi espalda con sus brazos, con la mano que tenia vacía le toma la barbilla para encontrar mis ojos con los suyos, admire su hermosura un par de minutos sus carnosos pero finos labios, tus mejillas blancas que se torneaban lentamente rosadas, sus hermosos y grandes ojos castaños que me miraban fijamente –ya no puedo evitarlo– le dije antes de pegar mis labios a los suyos,