Mi amigo sexual (nick y tu) (solo para mayores) very hot CAPI FINAL

-ahhh ¡mentiroso! Tengo pruebas– te acercaste a él –amor tranquila– sin pensar lo que hacías te dejaste llevar por la rabia que sentías y sin tomar remiendo le propiciaste una inmensa bofetada que se dejo llevar convirtiéndose en una doble, la mano te palpitaba de la fuerza con la que se la habías dado, Nick te miraba sorprendido y sin duda alguna debía estarlo, tú misma lo estabas nunca te imaginaste dándole una bofetada a Nick pero tampoco te imaginaste en una situación como esta así que la circunstancias y situaciones pueden variar en cualquier momento, te alejaste de él inmediatamente con la mano en la boca sorprendida –me lo prometiste Nick– ahora si estabas hecha un mar de lagrimas ya a esta altura Sofía no paraba de llorar, Nick se levanto y fue en dirección a donde te encontrabas –me lo prometiste– le dijiste al tenerlo cerca –lo sé mi amor y no te imaginas cuanto lo siento–
-yo lo siento más Nick, juraste no hacerme sufrir más y aquí estoy llorando una vez más por ti– tenias ganas de darle otra bofetada a ver si lograba sentir el dolor que tu sentías en este momento sin necesidad de un golpe pero seguro no sería suficiente –vete, quiero que te vayas no voy a permitir que te burles de mi y de mi hija, yo no soy mi madre, quiero que te vayas de aquí–
-amor piensa bien lo que dices, no me quiero ir, quiero estar a tu lado– Nick también lloraba en la misma cantidad que tu lo hacías, en más de una ocasión se llevaba las manos a la cara para limpiarse las lagrimas – ¡vete!–
-(tu nombre) por favor– ahora se te había arrodillado justo en los pies, esto te dolía mas que nada pero esta vez te sentías mas traicionada –Nick no hagas esto mas difícil solo vete– tenias el alma destrozada –por favor– te suplicaba constantemente, pero era imposible hacerle caso alguno todavía estabas herida así que en otro impuso tomaste tu mano izquierda específicamente el dedo anular, Nick te miraba sorprendido arrancaste las dos sortijas que llevabas, la del matrimonio y la del aniversario, tomaste todas tus fuerzas y se las lanzaste en el pecho, él como reacción las recogió pero como sorpresa desagradable Paul y Denisse te observaban desde la entrada de la recamara, Denisse tenía la mano puesta en los labios y Paul no les quitaba la mirada de encima, agradecías el hecho de que hubieran aparecido en ese preciso momento ya que no sabias de lo que serias capaz, Denisse corrió a tomar en brazos a Sofía quien no había parado de llorar aun y no era para menos después de todos los gritos que había oído – ¿Qué sucede aquí?– pregunto luego el señor Paul, tanto Nick como tu se llevaron las manos al rostro intentando limpiar las lagrimas que habían brotado –pídale a su hijo que les cuente, ¡anda Nick, diles lo que está pasando!– Nick aun no se había quietado las manos del rostro, Denisse te veía horrorizada y Paul mas sorprendido que cualquier persona –¿Qué sucede?– preguntó Frankie al entrar también a la habitación, sin duda alguna todos los habían oído, tal vez no claramente pero si se habían percatado de la pelea –no sucede nada Frankie, váyanse que esto debemos solucionarlo mi esposa y yo–
-no hay nada que solucionar, por lo menos no en este momento, quiero que salgas de mi vista, vete de aquí, anda a revolcarte con Amanda o con cualquier otra–
-(tu nombre) por favor, podemos resolver esto, deja que te explique–
-Mira Nicholas no quiero que expliques nada solo vete de aquí–
-hijo no es el momento, ven conmigo y luego lo solucionan, déjala que se tranquilice– le dijo Paul llevándolo a la entrada de la recamara, antes de salir te lanzo otra mirada de suplica llena de lagrimas que se sintió más fuerte que una puñalada directa en el corazón, cuando los tres hombres salieron te desplomaste en el suelo, las piernas se te quedaron sin fuerzas sentías ganas de gritar, de desahogarte, de odiar a Nick pero no te engañarías eso se te haría imposible –lo amo– fue lo único que lograste decir al sentir los brazos de Denisse rodear tu cuerpo con ese mismo efecto que los de una madre tendrían sobre su hija – ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué lo hizo?– era lo único que lograbas decir en tu mar de lagrimas, ella no pronunciaba palabra simplemente te abrazaba y acariciaba –desahoga todo lo que puedas– dijo luego, pasaron un aproximado de cinco horas en las que te limitaste a llorar junto a tu almohada mientras la amable y caritativa Denisse se encargaba de tu hija, en más de una ocasión intentaste levantarte para ayudarle pero no podías, en ese momento no eras dueña de tu cuerpo o pensamientos,

debías desayunar con tus hermanos así que con mucho pesar te levantaste obligándote a despertar del pequeño sueño que tenias despierta para regresar a la casa, no habías llevado celular o reloj así que no sabias la hora pero sin duda alguna habían pasado aproximadamente un par de horas, ya estando en camino a la casa notaste como una figura aparecía a lo lejos en la playa a medida que se acercaba se dibujaba la silueta de hombre que se acercaba más rápido de lo normal, sin duda alguna estaba trotando, te percataste de lo apuesto que era, media aproximadamente un metro ochenta, los brazos eran torneados y fuertes la camisa estaba pegada directamente a su cuerpo debido al sudor, sus piernas eran de atletas y la lisa y dorada cabellera le caía sobre el rostro, soltaste una carcajada al darte cuenta de quien se trataba ¿Cómo no te lo imaginabas?, el apuesto hombre te saludaba con el brazo a medida que se acercaba mas a ti – ¿Cómo estas (tu nombre)?– tardaste un segundo en responder, estabas admirando como había aumentado su atractivo a base de ejercicio –hola Miguel, que coincidencia– lograste decir luego –como ha crecido tu hija, esta hermosa, muy parecida a su madre– estabas sorprendida de lo hermoso que se había vuelto, una cosa era verle la hermosura del rostro y otra descubrir que su cuerpo le iba de la mano –gracias y tu ¿qué haces por aquí?– dijiste evitando en alago que acababa de hacerte –(tu nombre) la casa de verano de mi familia queda a dos propiedades– te estabas perdiendo es su hermosa sonrisa y sin intención seguías cada gota de sudor que bajaba por su rostro camino a su cuello que se desviaba a sus pectorales –bueno creo que debo irme, tengo que desayunar con mis hermanos– sus ojos chispearon al escucharte, ese ámbar que los caracterizaba se convirtió en dorado flameante –no entiendo ¿tu hermana no estaba loca?– soltaste una sonrisa que se debatía entre lo amargo y lo divertido –es un medio hermano que apareció y Cristo, pero tranquilo luego te cuento–
-bienvenida al club, entonces tenemos una cita– te dio un pequeño beso en la mejilla, para despedirse cuidándose de no ensuciarte –cuenta con eso– inmediatamente se puso en marcha nuevamente al igual que tu, a Miguel le había tocado vivir una situación parecida a la tuya en algún momento de su vida tuvo que enfrentar a un par de hermanos ilegítimos, a diferencia de ti su padre había muerto y estos aparecieron para reclamar su parte de la inmensa fortuna que quedaba así que se diferenciaba ligeramente, ya que Jacob no había aparecido reclamando algo de forma aparente, o por lo menos aun no solicitaba nada, de igual manera él y Cristo eran los únicos que aparecían en el testamento, pensar en ello te causo un poco de gracia, no te faltaba ni un centavo de se dinero y menos luego de haberte casado con Nick lo que si sería muy gracioso es ver la cara de padre cuando le presenten a su nueva nuera, una simple camarera, si una estrella de rock le iba mal que sería eso para él y mas viniendo de su hijo preferido lo bueno es que no le daría tiempo de cambiar el testamento ya que le daría un infarto inmediato sin duda alguna, cuando ya te acercabas a la casa notaste como Elvis corría en dirección a un hombre que se sentaba en la entrada al área de la piscina, inmediatamente notaste de quien se trataba, en este momento te encontrabas tranquila, la energía del mar había influido en ti sin duda alguna, aunque ase minutos habías admirado la belleza de un hombre para tus ojos no se compraba con la que veías en este momento, sus hermosos bucles desordenados por la brisa del mar, sus dulces ojos color castaño, su hermosos color de piel, lo amabas con locura de eso no había duda, pero tenias que enfrentar la realidad de la situación, al llegar te sentaste a su lado Frankie quien también se encontraba allí tomo a Sofía para llevarla al interior de la casa dejándolos solos a junto a Elvis quien demostraba amor incondicional a su dueño –es un buen perro– musitaste casi en un susurro –si lo sé, lo quiero mucho– respondió inmediatamente, perdiste tu mirada en el inmenso mar intentando despejar aun más tu mente, el sonido de las olas te relaja inmensamente –adoro el olor a mar– dijiste aun con los ojos cerrados intentando percibir cada alteración el ambiente –pudimos haber hecho este viaje antes– te dijo, volteaste tu rostro hacia el de él intentado encontrar tu mirada con la suya pero el cabello no te lo permitía hasta que sentiste como sus dedos tocaban tu rostro intentando acomodarlo, sentir el tacto de sus dedos era indescriptible se sentía como un rayo de sol en medio de la lluvia o un reflejo de calor en una nevada –creo que estorbaba– agrego luego acomodándolo atrás de tu oreja –luces hermosa– dijo luego, te causo un poco de gracia estar escuchando halagos de su parte no porque no lo hiciera antes sino que no esperabas oírlas en este momento –creo que debemos hablar– le dijiste, no sabías que se avecinaba pero era el momento de enfrentarlo fuera lo que fuera estabas segura de querer enfrentarlo, sentiste entrelazar sus dedos junto a los tuyos en un apretón fuerte, que aunque pareciera ilógico decía mucho, ya los debían preparase para cualquier decisión que tomaran que sin duda alguna se trataría de la más evidente