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| No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot | |
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Autor | Mensaje |
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Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 21st 2013, 19:21 | |
| siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! | |
| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 21st 2013, 20:40 | |
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| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 22nd 2013, 00:25 | |
| siguela!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! | |
| | | mari_jonas_I love Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 477 Fecha de inscripción : 16/07/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 22nd 2013, 18:55 | |
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| | | eschio Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 405 Localización : Chile Fecha de inscripción : 03/03/2013
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 22nd 2013, 19:15 | |
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| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 22nd 2013, 21:08 | |
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| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 22nd 2013, 22:51 | |
| siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 23rd 2013, 05:21 | |
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| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 23rd 2013, 12:17 | |
| siguela porfaa!!! no nos abandones | |
| | | eschio Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 405 Localización : Chile Fecha de inscripción : 03/03/2013
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 23rd 2013, 12:58 | |
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| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 23rd 2013, 17:02 | |
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| | | mari_jonas_I love Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 477 Fecha de inscripción : 16/07/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 23rd 2013, 17:41 | |
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| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 23rd 2013, 20:56 | |
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| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 24th 2013, 00:23 | |
| siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 24th 2013, 09:38 | |
| Capitulo 44 Parte 2
Me detuve junto a la habitación de Cary antes de salir para el trabajo el jueves por la mañana. Abrí la puerta y asomé la cabeza. Cuando vi que estaba dormido, me dispuse a salir. —Hola —murmuró parpadeando. —Hola. —Entré—. ¿Cómo estás? —Contento de estar en casa. —Se tocó el rabillo de los ojos—. ¿Va todo bien? —Sí... Sólo quería verte antes de irme a trabajar. Volveré sobre las ocho. Compraré algo de cenar cuando venga de camino, así que espero un mensaje tuyo a eso de las siete diciendo qué te apetece... —Me interrumpí con un bostezo. —¿Qué tipo de vitaminas toma Jonas? —¿Cómo? —Yo siempre estoy cachondo, pero aun así no puedo estar clavándola de esa forma toda la noche. Pensaba todo el rato: «Ahora sí que ha terminado». Y entonces, empezaba otra vez. Me ruboricé y cambié el peso de un pie a otro. Se río a carcajadas. —Aquí está oscuro, pero sé que te has puesto colorada. —Deberías haberte puesto los auriculares —farfullé. —No te preocupes por eso. Me alegra saber que mi equipo sigue funcionando. No se me había puesto dura desde antes del asalto. —No seas asqueroso, Cary. —Me dispuse a salir de la habitación—. Mi padre viene esta noche. Prácticamente mañana. Su vuelo aterriza a las cinco. —¿Vas a recogerle? —Claro. Su sonrisa desapareció. —Vas a matarte como sigas así. No has dormido en toda la semana. —Ya lo recuperaré. Hasta luego. —Oye, ¿lo de anoche significa que tú y Jonas volvéis a estar bien? Me apoyé en el quicio de la puerta con un suspiro. —Hay algo que va mal y no quiere contármelo. Le escribí una carta vomitándole prácticamente todas mis inseguridades y neuras. —Nunca pongas cosas así por escrito, nena. —Sí, en fin... Lo único que he conseguido ha sido que me folle hasta casi morirme sin saber nada más de cuál es el problema. Ha dicho que tiene que ser así. Ni siquiera sé qué significa eso. Asintió. —Parece que tú sí lo entiendes. —Creo que entiendo lo del sexo. Eso hizo que me recorriera un escalofrío por la espalda. —¿Sexo para desahogarse? —Es posible —asintió suavemente. Cerré los ojos y dejé que aquella confirmación no me afectara. Entonces, me incorporé. —Tengo que irme. Hablamos luego. Lo malo de las pesadillas es que una no puede prepararse para ellas. Aparecen de repente, cuando eres más vulnerable, provocando estragos y caos cuando estás completamente indefensa. Y no siempre suceden cuando estás durmiendo. Yo estaba sentada, aturdida y angustiada mientras Mark y el señor Waters repasaban los detalles de los anuncios del vodka Kingsman, dolorosamente consciente de que Joe estaba presidiendo la mesa vestido con un traje negro, camisa blanca y corbata. Me había ignorado deliberadamente desde el momento en que entré en la sala de conferencias de Jonas Industries, aparte de un rápido apretón de manos cuando el señor Waters nos presentó. Aquella breve caricia de su piel contra la mía había provocado una descarga por todo mi cuerpo, que inmediatamente lo reconoció como la persona que le había dado placer durante toda la noche. Joe no pareció detectar ese contacto en absoluto, dirigiendo la mirada por encima de mi cabeza cuando dijo: «Señorita Tramell». El contraste con la última vez que habíamos estado en aquella sala era enorme. En aquella ocasión no había sido capaz de apartar los ojos de mí. Su mirada había sido abrasadora y descarada y cuando salimos de la habitación, me dijo que quería follarme y que eliminaría cualquier cosa que se interpusiera en su camino impidiéndole hacerlo. Esta vez, se puso de pie de repente cuando terminó la reunión, dio un apretón de manos a Mark y al señor Waters y salió por la puerta dedicándome una breve e indescifrable mirada. Sus dos directoras salieron a toda prisa detrás de él, las dos morenas y atractivas. Mark me dirigió una mirada inquisitiva desde el otro lado de la mesa. Yo negué con la cabeza. Volví a mi escritorio. Trabajé aplicadamente el resto del día. Durante mi descanso para almorzar, me quedé en la oficina y busqué cosas que podía hacer con mi padre. Me decidí por tres posibilidades: el edificio del Empire State, la Estatua de la Libertad y un espectáculo de Broadway, reservando la excursión a la Estatua de la Libertad por si tenía verdadero interés en ir. Imaginé que también podíamos saltarnos el trayecto en ferry y simplemente verla desde la orilla. Su estancia en la ciudad iba a ser corta y no quería sobrecargarle teniendo que correr de un lado a otro. En mi último descanso del día, llamé al despacho de Joe. —Hola, Scott —dije saludando a su secretario—. ¿Sería posible hablar con tu jefe rápidamente? —Espera un momento. Voy a ver.
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| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 24th 2013, 09:39 | |
| Capitulo 44 Parte 3
Casi esperaba que rechazara mi llamada, pero un par de minutos después, me pasó. —¿Sí, __? Dediqué el tiempo que dura un latido del corazón para saborear el sonido de su voz. —Siento molestarte. Probablemente sea una pregunta estúpida, considerando cómo están las cosas, pero... ¿vas a venir a cenar mañana para conocer a mi padre? —Allí estaré —contestó con aspereza. —¿Vas a llevar a tu hermana? —Me sorprendió que la voz no me temblara, teniendo en cuenta el abrumador alivio que sentí. Hubo una pausa. —Sí —dijo después. —Vale. —Hoy tengo una reunión hasta tarde, así que tendré que verte en la consulta del doctor Petersen. Angus te llevará. Yo iré en taxi. —De acuerdo. —Me dejé caer en la silla sintiendo un destello de esperanza. Que quisiera continuar con la terapia y conocer a mi padre no podían ser más que señales positivas. Joe y yo estábamos peleados. Pero él no se había rendido aún—. Te veo allí. Angus me dejó en la puerta de la consulta del doctor Petersen a las seis menos cuarto. Entré y el doctor Petersen me saludó con la mano a través de la puerta abierta de su consulta, levantándose de la silla de detrás de su mesa para estrecharme la mano. —¿Cómo estás, __? —He estado mejor. Recorrió mi rostro con sus ojos. —Pareces cansada. —Eso me dice todo el mundo —contesté con frialdad. Miró por detrás de mí. —¿Dónde está Joe? —Tenía una reunión a última hora, así que hemos venido por separado. —De acuerdo. —Señaló el sofá—. Ésta es una buena ocasión para que podamos hablar a solas. ¿Hay algo en particular de lo que te gustaría hablar antes de que llegue? Me acomodé en el sofá y le conté todo al doctor Petersen: el maravilloso viaje a las Outer Banks y, después, la extraña e inexplicable semana que habíamos tenido desde entonces. —Simplemente no lo comprendo. Creo que tiene problemas, pero no puedo conseguir que me cuente nada. Me ha aislado por completo emocionalmente. La verdad es que empieza a hacerme daño. También me preocupa que su cambio de comportamiento se deba a Corinne. Cada vez que nos damos contra uno de estos muros es por ella. Me miré los dedos, que estaban retorcidos entre sí. Me recordó a la costumbre de mi madre de retorcer el pañuelo y me obligué a relajar las manos. —Es como si ejerciera algún control sobre él y Joe no pudiese liberarse de ello, por mucho amor que sienta por mí. El doctor Petersen levantó la vista de sus notas y me observó. —¿Te dijo que no iba a asistir a su cita del martes? —No. —Aquella noticia supuso un mazazo—. No me dijo nada. —Tampoco me lo dijo a mí. No me parece un comportamiento propio de él, ¿verdad? Negué con la cabeza. El doctor Petersen cruzó las manos sobre su regazo. —A veces, uno de vosotros, o los dos, podéis retroceder un poco. Eso es de esperar, teniendo en cuenta la naturaleza de vuestra relación. No sólo estáis trabajando en vuestra relación, sino también como personas individuales para poder formar una pareja. —Pero yo no puedo seguir con esto. —Respiré hondo—. No puedo seguir con esta dinámica de sube y baja. Me está volviendo loca. La carta que le envié... Fue terrible. Todo lo que había en ella era cierto, pero terrible. Hemos pasado unos momentos realmente bonitos juntos. Me dijo que... Tuve que parar un momento y, cuando continué, mi voz sonó entrecortada. —Me dijo cosas maravillosas. No quiero perder esos recuerdos bajo otros más feos. Sigo pensándome si debería dejarlo mientras pueda, pero estoy resistiendo porque le prometí a él... y a mí misma... que no huiría más. Que iba a clavar mis pies en el suelo y que iba a luchar por esto. —¿Eso es algo en lo que sigues trabajando? —Sí, así es. Y no es fácil. Porque algunas de las cosas que hace... Yo reacciono de formas que he aprendido a evitar. ¡Para no perder el juicio! Hay un momento en el que hay que saber decir que has hecho todo lo que has podido pero que no ha funcionado, ¿no es así? El doctor Petersen tenía la cabeza ladeada. —Y si no, ¿qué es lo peor que puede pasar? —¿Me lo pregunta a mí? —Sí. El peor de los casos. —Pues... —extendí los dedos sobre mis piernas—, que él se distancie de mí, que eso provoque que yo me enganche aún más y pierda toda la autoestima. Y que terminemos volviendo él a su vida tal y como era antes y yo volviendo a someterme a terapia para tratar de recuperar el juicio. Él seguía mirándome y había algo en su paciente atención que hacía que continuara hablando. —Temo que no me deje marchar cuando llegue el momento y que yo no sepa cómo hacerlo, que siga enganchada a ese barco que se hunde y termine hundiéndome con él. Simplemente desearía poder confiar en que él le pondrá fin, si llega el momento. —¿Crees que tiene que ser así? —No lo sé. Puede. —Aparté la mirada del reloj de la pared—. Pero considerando que son casi las siete y que nos ha dejado plantados a los dos, parece probable.
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| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 24th 2013, 09:41 | |
| Capitulo 44 Parte 4
Me pareció una locura que no me sorprendiera ver el Bentley esperando en la puerta de mi apartamento a las cinco menos cuarto de la mañana. El conductor que apareció de detrás del volante cuando yo salí no me era familiar. Era mucho más joven que Angus; imaginé que tendría treinta y pocos años. Parecía latino, con un tono de caramelo en la piel, y pelo y ojos oscuros. —Gracias —le dije cuando dio la vuelta por la parte delantera del vehículo—, pero voy a coger un taxi. Al oír aquello, el portero de noche de mi edificio salió a la calle para llamar a uno. —El señor Jonas me ha dicho que debo llevarla al aeropuerto de La Guardia —dijo el conductor. —Puede decirle al señor Jonas que no voy a necesitar su servicio de transporte ni ahora ni en el futuro. —Me acerqué al taxi que el portero había detenido, pero me detuve y me di la vuelta—. Y dígale también que se vaya a la mierda. Entré en el taxi y me acomodé mientras se ponía en marcha. Admito que no soy muy imparcial cuando digo que mi padre destaca entre la multitud, pero eso no hace que sea menos cierto. Cuando salió de la zona de seguridad, Victor Rey llamó la atención. Medía más de un metro ochenta, estaba en forma, era corpulento y tenía la presencia autoritaria de alguien que lleva una placa de policía. Su mirada rastreó la zona más próxima que le rodeaba, comportándose siempre como un policía incluso cuando no estaba de servicio. Llevaba un bolso de viaje colgado al hombro y vestía vaqueros azules con camisa negra. Tenía el pelo oscuro y ondulado y ojos tormentosos y grises, como los míos. Estaba realmente atractivo con su aire taciturno y peligroso de chico malo y traté de imaginarlo junto a la frágil y altiva belleza de mi madre. Nunca los había visto juntos, ni siquiera en fotos, y lo cierto es que deseaba hacerlo. Aunque sólo fuera una vez. —¡Papá! —grité moviendo la mano en el aire. Su rostro se iluminó al verme y en su boca se dibujó una amplia sonrisa. —Aquí está mi chica. —Me cogió con un abrazo y me levantó los pies del suelo—. Te he echado muchísimo de menos. Empecé a llorar. No podía evitarlo. Estar de nuevo con él era y a la última gota que colmaba el vaso de mi estado emocional. —Oye. —Me balanceó—. ¿A qué vienen esas lágrimas? Apreté los brazos alrededor de su cuello, agradecida por tenerlo conmigo, sabiendo que los demás problemas de mi vida quedarían a un lado mientras él estuviera cerca. —Yo también te he echado muchísimo de menos —dije sorbiéndome la nariz. Cogimos un taxi de vuelta a mi casa. Durante el camino, mi padre me hizo las mismas preguntas sobre el ataque a Cary que me había hecho la policía en el hospital. Traté de tenerlo distraído con esa conversación cuando nos detuvimos en la puerta de mi edificio, pero no funcionó. Los ojos de lince de mi padre miraron el saliente moderno de cristal anexo a la fachada de ladrillo del edificio. Se quedó mirando al portero, Paul, quien se tocó la visera de su gorro y nos abrió la puerta. Observó la recepción y a la conserje y se meció en sus tacones mientras esperábamos al ascensor. No dijo nada y mantuvo el rostro impasible, pero yo sabía que estaba pensando en lo mucho que debía costar mi alojamiento en una ciudad como Nueva York . Cuando le enseñé el interior del apartamento, echó un vistazo a toda la casa. Las grandes ventanas tenían una sensacional vista de la ciudad y la televisión de pantalla plana que estaba anclada a la pared era sólo uno de los muchos aparatos de primera calidad que había a la vista. Él sabía que yo no me podía permitir esa casa por mí misma. Sabía que el marido de mi madre corría con gastos míos que él nunca podría costear. Y me pregunté si pensaba en mi madre y en que lo que ella necesitaba quedaba más allá de sus posibilidades. —La seguridad aquí es muy estricta —le expliqué—. Es imposible pasar la recepción si no estás en la lista y no puede responder un vecino por ti. Mi padre dejó escapar un suspiro. —Eso está bien. —Sí. No creo que mamá pudiera dormir por las noches de no ser así. Eso hizo que desapareciera algo de tensión de sus hombros. —Deja que te enseñe tu habitación. —Le conduje por el pasillo hasta la habitación de invitados. Tenía su propio baño y un minibar con frigorífico. Vi que se fijaba en esas cosas antes de dejar su bolsa de viaje en la enorme cama—. ¿Estás cansado? Me miró. —Sé que tú sí lo estás. Y hoy tienes que trabajar, ¿no? ¿Por qué no dormimos un poco antes de que te tengas que ir? Contuve un bostezo, sabiendo que podía utilizar esas dos horas para descansar. —Suena bien. —Despiértame cuando te levantes —dijo echando los hombros hacia atrás—. Te prepararé el café mientras te arreglas. —Estupendo. —La voz me salió ronca al tratar de aguantar las lágrimas. Joe tenía casi siempre café esperándome los días en que se quedaba a pasar la noche, porque se levantaba antes que yo. Echaba de menos ese ritual nuestro. De algún modo, tendría que aprender a vivir sin ello. | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 24th 2013, 09:45 | |
| Capitulo 45 Parte 1
Me puse de puntillas y besé a mi padre en la mejilla. —Estoy muy contenta de que estés aquí, papá. Cerré los ojos y me apreté a él cuando me abrazó. *** Salí del pequeño mercado con las bolsas de comida para la cena y fruncí el ceño al ver a Angus parado en el bordillo. Había rechazado que me llevaran por la mañana y, de nuevo, cuando salí del edificio Jonasfire, pero continuaba siguiéndome como una sombra. Era ridículo. No pude evitar preguntarme si Joe ya no me quería como novia, pero que su neurótico deseo de mi cuerpo implicaba que no quería que me tuviera nadie más, es decir, Brett. De camino a casa, me entretuve pensando qué pasaría si invitaba a Brett a cenar, imaginándome a Angus teniendo que hacer esa llamada a Joe cuando Brett entrara en mi casa. No fue más que una rápida fantasía vengativa, puesto que no quería dar a Brett falsas esperanzas y, de todas formas, estaba en Florida, pero con eso me bastó. Dejé todas las cosas de la cena en la cocina y, a continuación, fui a ver a mi padre. Estaba en la habitación de Cary entretenido con un videojuego. Cary manejaba un mando con una mano, pues la otra la tenía escayolada. —¡Vaya! —gritó mi padre—. ¡Toma! —Debería darte vergüenza —le espetó Cary—, aprovechándote de un inválido. —Oh, qué pena me das. Cary me vio en la puerta y me guiñó un ojo. Le quise tanto en ese momento que no pude evitar acercarme a él y darle un beso en su magullada frente. —Gracias —susurré. —Dame las gracias con una cena. Estoy hambriento. Me incorporé. —He traído ingredientes para hacer enchiladas. Mi padre me miró, sonriendo, porque sabía que necesitaría su ayuda. —¿Sí? —Cuando hayas terminado —le dije—. Voy a darme una ducha. Cuarenta y cinco minutos después, mi padre y yo estábamos en la cocina enrollando queso y pollo, que había comprado ya asado —mi pequeña trampa para ahorrar tiempo—, en tortillas de maíz empapadas en manteca. En el salón, el reproductor de CD pasó al siguiente disco y la enternecedora voz de Van Morrison sonó a través de los altavoces de sonido envolvente. —¡Oh, sí! —exclamó mi padre agarrándome de la mano y apartándome de la barra—. Ta-ri-rá, ta-ri-rá, moondance —cantó con su profunda voz de barítono, dándome la vuelta. Yo me reí, encantada. Colocando la parte posterior de la mano sobre mi espalda para no tocarme con los dedos grasientos, me hizo bailar alrededor de la isla de la cocina mientras los dos cantábamos la canción y nos reíamos. Estábamos en nuestro segundo giro cuando me di cuenta de que había dos personas de pie junto al mostrador de desayuno. Mi sonrisa desapareció y tropecé, obligando a que mi padre me cogiera. —Qué mal bailas —se mofó con sus ojos fijos sólo en mí. —__(tn) baila de maravilla —intervino Joe, con esa máscara implacable en su rostro que yo tanto detestaba. Mi padre se giró y su sonrisa también desapareció. Joe entró en la cocina. Se había vestido para la ocasión, con unos vaqueros y una camiseta del equipo de los Yankees. Una elección apropiada e informal y un buen comienzo de conversación, pues mi padre era un acérrimo admirador del equipo de los Padres de San Diego. —No me había dado cuenta de que también es buena cantando. Soy Joe Jonas—se presentó con la mano extendida. —Victor Reyes. —Mi padre le enseñó los dedos grasientos—. Estoy un poco sucio. —No importa. Encogiéndose de hombros, mi padre le estrechó la mano y lo examinó. Yo les lancé un paño a los dos y me acerqué a su hermana, que estaba resplandeciente. Sus ojos brillaban y tenía las mejillas enrojecidas de placer. —Me alegra mucho que hayas podido venir —le dije abrazándola con cuidado—. ¡Estás preciosa! —¡Tú también! Era mentira, pero lo agradecí igualmente. No me había hecho nada en la cara ni en el pelo después de la ducha porque sabía que a mi padre no le importaría y no esperaba que apareciera Joe. Al fin y al cabo, la última vez que había tenido noticias suyas había sido cuando dijo que me vería en la consulta del doctor Petersen. Ireland miró al mostrador donde yo lo había dispuesto todo. —¿Puedo ayudar? —Claro. Pero no te pongas a contar calorías o la cabeza te explotará. — Le presenté a mi padre, que fue mucho más cálido con ella de lo que había sido con Joe, y después la llevé al fregadero para que se lavara. De inmediato, la puse a ayudarme a enrollar las últimas enchiladas mientras mi padre metía en el frigorífico las ya frías cervezas Dos Equis que había traído Joe. Ni siquiera me molesté en preguntarme cómo sabía Joe que iba a preparar comida mexicana para la cena. Sólo quería saber por qué había dedicado su tiempo a saberlo cuando estaba muy claro que tenía otras cosas que hacer, como dejar plantadas a sus citas. Mi padre fue a su habitación para lavarse. Joe se acercó a mí por detrás y me puso las manos en la cintura, rozando sus labios contra mi sien. —__(tn). Yo me contuve ante el deseo casi irresistible de dejarme caer sobre él. —No —susurré—. Prefiero que no finjamos. Me despeinó al dejar escapar el aire con fuerza. Sus dedos apretaron mi cintura masajeándola durante un momento. Entonces noté que su teléfono vibraba, me soltó y se retiró para mirar la pantalla. —Perdona —dijo con brusquedad y salió de la cocina antes de contestar. | |
| | | Trouble Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 209 Edad : 29 Fecha de inscripción : 07/12/2009
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 24th 2013, 09:47 | |
| Capitulo 45 Parte 2
Ireland se acercó sigilosamente y susurró. —Gracias. Sé que has sido tú quien le ha obligado a que me trajera. Yo conseguí mirarla con una sonrisa. —Nadie puede obligar a Joe a que haga nada si él no quiere. —Tú sí. —Zarandeó la cabeza echándose por encima del hombro su pelo lacio que le llegaba hasta la cintura—. No le has visto cómo te miraba mientras bailabas con tu padre. Le brillaban los ojos. Creía que iba a llorar. Y mientras subíamos en el ascensor, ha tratado de disimularlo, pero estoy completamente segura de que estaba nervioso. Bajé la mirada hacia la lata de salsa de enchilada que tenía en las manos, sintiendo que el corazón se me partía un poco más. —Estás enfadada con él, ¿verdad?. Me aclaré la garganta. —Algunas personas es mejor que sean sólo amigas. —Pero tú dijiste que le querías. —Eso no siempre es suficiente. —Me di la vuelta para coger el abrelatas y vi a Joe en el otro lado de la isla, mirándome. Me quedé petrificada. Se retorció un músculo de su mandíbula antes de que lo relajara. —¿Quieres una cerveza? —preguntó en tono brusco. Asentí. También me habría venido bien un chupito. Quizá unos cuantos. —¿Quieres vaso? —No. Miró a Ireland. —¿Tienes sed? Hay soda, agua, leche... —¿Y una de esas cervezas? —respondió, lanzándole una encantadora sonrisa. —En otra ocasión —contestó él con ironía. Observé a Ireland y noté cómo relucía cuando Joe la miraba. No podía creerme que él no viera el cariño que le tenía su hermana. Quizá ahora se basara en cosas superficiales, pero estaba ahí y, con un poco de estímulo, iría a más. Esperaba que él se esforzara en conseguirlo. Cuando Joe me pasó la cerveza fría, sus dedos acariciaron los míos. Los mantuvo ahí un momento mirándome a los ojos. Yo sabía que estaba pensando en la otra noche. Ahora me parecía un sueño, como si su visita no hubiese ocurrido nunca en realidad. Casi me creí que me la había inventado en un delirio desesperado, tan deseosa de sus caricias y de su amor que no pude pasar un minuto más sin darle a mi mente un alivio de tanta locura de deseo y ansia. Si no fuese por el ligero dolor que aún sentía dentro de mí, no sabría distinguir entre lo real y una simple y falsa esperanza. Cogí la cerveza de sus manos y me di la vuelta. No quería decir que habíamos terminado, pero ahora estaba claro que necesitábamos un descanso el uno del otro. Joe tenía que saber qué estaba haciendo, qué buscaba y si yo podía ocupar un lugar importante en su vida porque este viaje en montaña rusa en el que nos encontrábamos iba a terminar destrozándome y yo no podía dejar que eso ocurriera. No lo haría. —¿Puedo ayudar en algo? —preguntó. Le respondí sin mirarle, porque hacerlo era demasiado doloroso. —¿Puedes ver si podemos traer a Cary aquí? Tiene una silla de ruedas. —De acuerdo. Salió de la habitación y, de repente, pude respirar tranquila. Ireland se me acercó enseguida. —¿Qué le ha pasado a Cary ? —Te lo contaré mientras ponemos la mesa. Me sorprendió ver que podía comer. Creo que estaba demasiado fascinada por el silencioso enfrentamiento entre mi padre y Joe como para darme cuenta de que me estaba metiendo comida en la boca. En un extremo de la mesa, Cary cautivaba a Ireland a base de carcajadas que me hicieron sonreír. En el otro extremo, mi padre presidía la mesa, Joe estaba sentado a su izquierda y yo a su derecha. Estaban hablando. La conversación había empezado con el béisbol, tal y como yo esperaba, y luego pasó al golf. Desde fuera, los dos hombres parecían relajados, pero la atmósfera que había entre ambos estaba muy cargada. Noté que Joe no se había puesto su reloj caro. Había planeado cuidadosamente tener una apariencia lo más «normal» posible. Pero nada de lo que Joe hiciera por fuera podría cambiar quién era por dentro. Era imposible ocultar lo que era —un macho dominante, un magnate de los negocios, un hombre privilegiado—se veía en cada gesto suyo, en cada palabra que decía, en cada mirada. Así pues, él y mi padre estaban dispuestos a luchar por saber quién era el macho alfa y sospeché que mi suerte pendía de un hilo, como si mi vida estuviera en las manos de cualquiera excepto en las mías. Aun así, comprendí que a mi padre sólo se le había permitido en realidad ser un padre en los últimos cuatro años y no estaba dispuesto a rendirse. Sin embargo, Joe estaba compitiendo por un puesto que yo ya no estaba dispuesta a concederle. Pero llevaba el anillo que yo le había regalado. Traté de no sacar ninguna conclusión, pero quería tener esperanzas. Quería creer. Todos terminamos el primer plato y me estaba poniendo de pie para despejar la mesa para el postre cuando sonó el portero automático. Respondí. —¿__(tn)? Están aquí los detectives Graves y Michna del Departamento de Policía de Nueva York —me informó la chica de recepción. Miré a Cary, preguntándome si la policía habría descubierto quién le había atacado. Di permiso para que subieran y volví corriendo a la mesa. Cary me miró sorprendido, curioso. —Es la policía —les expliqué—. Quizá traigan noticias. La atención de mi padre cambió de inmediato. —Yo los recibo. Ireland me ayudó a quitar las cosas. Acabábamos de dejar las copas en el fregadero cuando sonó el timbre de la puerta. Me sequé las manos con un trapo de cocina y salí a la sala de estar. Los dos policías que llegaron no eran los que yo esperaba, porque no se trataba de los que habían interrogado a Cary en el hospital el lunes. Joe salió del pasillo metiéndose el teléfono en el bolsillo. Me pregunté quién estaría llamándolo toda la noche. —__(tn) Tramell —dijo la detective a la vez que entraba en el apartamento. | |
| | | eschio Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 405 Localización : Chile Fecha de inscripción : 03/03/2013
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 24th 2013, 12:42 | |
| ohh Joe maldito. síguela ! | |
| | | aranzhitha Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 285 Edad : 29 Localización : manchester Fecha de inscripción : 26/11/2012
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 24th 2013, 16:55 | |
| ahhh Joe porque estas asi???!! Le estas haciendo daño a la rayiz!! Gracias por los capis!! Siguela!! | |
| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 24th 2013, 23:25 | |
| joeeeeeeeeeeeee que hsfvak te pasa!!! SIGUELA PORFAAA PRONTO | |
| | | eschio Amiga De Los Jobros!
Cantidad de envíos : 405 Localización : Chile Fecha de inscripción : 03/03/2013
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 25th 2013, 12:30 | |
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| | | Tatu d'Jonas Gran forista y Jonatica
Cantidad de envíos : 6938 Edad : 32 Localización : Peru Fecha de inscripción : 20/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 25th 2013, 20:10 | |
| siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa | |
| | | BETTY DE JONAS Novia De..
Cantidad de envíos : 613 Edad : 30 Localización : Con los jonas :) (en un cuarto AMANDONOS) Fecha de inscripción : 01/08/2011
| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot Abril 25th 2013, 21:31 | |
| Me desespera Joe!!!!! Por que trata a _______ de esa manera??? Por qué esas llamadas tan sospechosas??? ay por dios tienes que seguirla por que necesito saber por qué Joe es así!!!!!!!! Por favor siguelaaaaaaaaaa!!!!! | |
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| Tema: Re: No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot | |
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| | | | No Escondo Nada ( Joe y tu) Megahot | |
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