lovelife. Casada Con
Cantidad de envíos : 1089 Edad : 26 Localización : Todas partes. Fecha de inscripción : 28/03/2011
| Tema: I'm Not Young. -Premio del concurso- Agosto 31st 2012, 11:54 | |
| -TITULO: I'm Not Young. -FECHA DE CREACIÓN: 31/08/2012 -AUTOR(A): Yo, Cristina. -TIPO DE NOVELA: Es un OneShot. -MENSAJE PARA LOS LECTORES: Este es el premio del concurso. Ganado por Irene. (:I'm Not Young¿Qué demonios había ocurrido? ¿Su novio la había dejado? ¡Maldita sea! Su excusa fue que era demasiado infantil, demasiado niña para él. No podía pasar esto, ella no era infantil. Lo era con él porque pensaba que le gustaba, pero era toda una mujer. Sus 27 años no eran en vano y no iba a dejar a Nicholas pensando lo contrario. ¡Ella era una mujer de los pies a la cabeza! Bufó mirando una de las fotografías que se había sacado con Nicholas, él salía con una media sonrisa, ella en cambio sonreía de oreja a oreja. Mostrando cuán feliz estaba a su lado. Gruñó y miró su armario, vale… Puede que no se vistiera con ropa adecuada a su edad, pero eso no tenía nada que ver… ¿O sí? Negó con la cabeza y miró su ropa, decidió hacer un cambio de vestuario. No por él, por ella. Él la había dejado y se arrepentiría de ello. Abrió el armario de par en par y tiró toda ropa que fuera infantil o aniñada. Quedando solamente con unos cuantos pantalones, unas faldas y tres escasas camisetas. Chilló y fue a coger bolsas de basura, metió en ellas toda la ropa que había en el suelo y las ató. Esperaría a la noche para tirarlas… o mejor, las entregaría a la beneficencia. Entonces había llegado el momento.
- Hora de comprar ropa. –pronunció sacando la tarjeta de crédito de su bolsillo.
Tres horas en el centro comercial hicieron que se olvidara de Nicholas. Había ropa por aquí y por allá, zapatos de tacón, faldas que mostraban demasiado… ¡picardías! Una idea se le pasó por la cabeza al ver aquel conjunto negro y morado. Sonrió malévolamente y entró al establecimiento. Saliendo de él con tres bolsas. Todas ellas contenían picardías de diferentes colores y formas. Entró a una zapatería, necesitaría tacones. Se compró cuatro pares: unos azules, otros rojos, otros negros y por último unos dorados. Entonces pensó en vestidos. Salió corriendo al aparcamiento y metió todas las bolsas en la parte trasera, para no ir tan cargada. Al entrar de nuevo al centro comercial fue corriendo hacia la tienda de vestidos de noche. Compró bastantes, algunos provocativos, otro simples… pero todos de mujer madura. Eran las ocho de la noche cuando terminó sus compras, había tirado la casa por la ventana y le había encantado. La parte trasera de su coche iba llena de bolsas, y el maletero también; además de tres bolsas que iban en el asiento de copiloto. Sonrió recordando la idea que había tenido. Entonces le entró pánico, pero se lo tragó y siguió conduciendo hasta su departamento. Se puso el picardía morado con adornos negros y por encima un vestido ajustado, rojo. Conjuntado con los tacones negros. Miró su cabello y lo rizó en un periquete. Quedando totalmente hermosa. Miró las bolsas de basura y recordó la ropa.
- La llevaré ahora. –sonrió cogiéndolas y bajando las escaleras.
Llegó a un albergue para los menos afortunados en un abrir y cerrar de ojos, dejó las bolsas en el suelo y tocó la puerta, después salió corriendo. Se metió en el coche y vio cómo una monja salía, miró las bolsas y las abrió. A Irene casi se le cae el corazón al ver como a la monja se le iluminaban los ojos y metía las bolsas. Sonrió y fijó su atención en la carretera, llegaría rápido si no se distraía. Entonces se dio cuenta, su apartamento estaba en frente. Aparcó el coche y salió de él, moviendo las caderas como nunca había hecho. Entró y la recepcionista le sonrió, ella le devolvió el saludo. Llegó al ascensor y entró, pulsó el botón y comenzó a mirarse en el espejo del pequeño cubículo. ¿Estaba haciendo lo correcto? Hacía una semana que no lo veía.
- Quizás esté con otra. Esto está mal.
Intentó darle al botón de la recepción, pero parecía que el destino quería que se cruzaran porque el ascensor no se detuvo. Gruñó y entonces levantó el mentón. ¡Qué más daba que estuviera mal! Él la había dejado por “infantil” y ella, hoy, iba a dejarle claro lo mujer que era. Sonrió y salió del ascensor. Se acercó a la puerta y miró el número de ésta. Carraspeó y tocó el timbre, esperando unos segundos inexistentes. Él abrió la puerta desaliñado, su barba de más de tres días hacía que Irene sonriera y pensara lo sexy que estaba. Llevaba un pijama azul de rayas. Al mirarla se sorprendió y pasó la mano por su cabello, intentando hacer algún arreglo, sin resultado. Ella sonrió y lo miró seductoramente.
- ¿Puedo pasar? –él simplemente asintió embobado, mirando a la Irene sexy que tenía delante de él. Cerró la puerta y la siguió hasta la sala. - ¿Có…có…? - ¿Sí? –dijo acariciando su nuca con cariño. Nicholas tragó saliva y la miró de arriba abajo. - Estás tan… - No he venido a hablar. –y entonces lo besó apasionadamente. Él posó sus manos en la cintura de la chica, apegando sus cuerpos.
Él la guió hasta la habitación y la tiró sobre la cama, con él encima. Ella sonrió y giró, quedando encima de él. Lo besó lentamente, bajando por su cuello. Dejó una marca y se separó, levantándose de la cama. Él cogió su brazo.
- No te vayas. –ella rió y negó. - No me voy. Tú quédate ahí sentado. ¿De acuerdo? –él asintió tontamente y la soltó.
Ella comenzó a bajar el cierre de su vestido, haciendo que éste cayera despacio al suelo. Se deshizo completamente de él con los pies. Sonrió y miró la expresión de Nicholas al ver la ropa que llevaba. Solo pudo tragar saliva y seguir mirando la mujer tan excitante y explosiva que tenía frente a sus ojos. ¿Dónde estaba la Irene que había dejado hace una semana? Vio como se quitaba los tacones y quedaba únicamente con ese picardía que le quedaba tan bien. Se acercó a él y mordió su labio inferior mirando su entrepierna, soltó una risita y se sentó en su regazo a horcajadas. Eso lo excitó aún más. Llevó sus manos temblorosas hacia el cierre del sujetador, pero Irene lo detuvo antes de llegar. Su perfecta dentadura no parecía querer salir de su cara. Irene llevó sus manos hacia la camisa de Nicholas, levantándola lentamente. A continuación quitó sus pantalones, quedando únicamente en bóxer. Ronroneó y se tiró sobre él dispuesta a terminar lo que había empezado. Él, sin poder evitarlo, llevó sus manos hacia el cierre del sujetador y lo quitó. A los pocos segundos ambos estaban desnudos, mirándose lujuriosamente y sonriendo. Solo bastaron tres suspiros de Irene para que Nicholas entrara a toda prisa en ella haciéndola gemir intensamente. Gemidos, gritos y suspiros era lo único que se escuchaba en esa habitación durante la hora siguiente. Entonces llegó, llegó el momento en el que a Irene le temblaron las piernas y sintió un escalofrió. Gritó a todo pulmón, seguida de Nicholas. Se tiró sobre el cuerpo de su ex novio, cansada.
- Dios Irene... - Debo irme. –dijo recomponiendo su aliento. - ¿Qué? ¡No! Quédate conmigo. - ¿Por qué? No somos nada… - Lo sé y no sabes cómo me arrepiento. Esta semana ha sido la peor de toda mi vida. –Irene lo miró enternecida, pero entonces cambió su semblante a uno serio. - Tú lo decidiste así. –dijo recogiendo su ropa interior. Él agarró su mano. - ¡No! Quédate, yo… Irene yo… - ¿Tú? –le incitó a seguir. - Yo… –suspiró y soltó su mano. Ella lo miró desilusionada y continuó recogiendo su ropa. Se vistió rápidamente y se dirigió a la puerta– Te amo. –se paró en seco. ¿Había oído bien? Se giró y vio como Nicholas la miraba con los ojos vidriosos. - ¿Cómo has dicho? - Te amo… Irene te amo como a nadie. Te necesito a mi lado. Cada día a todas horas. - Pero si tú me dejaste… - No sabía lo que hacía… De verdad que no. –suspiró y se levantó, completamente desnudo. - Me dijiste que era infantil. - Y eso me encanta. Encantaba. –rectificó mirando a Irene. - Bueno, eso no cambia las cosas. Terminaste conmigo y ya… - No te vayas. Esta semana no he comido… Cada vez que me acercaba a la cocina se me venía tu imagen a la cabeza. Tú haciéndome el desayuno sonriente. Solo podía beber agua… Irene por favor, no me dejes. Te amo tanto que no sé si podría vivir sin ti. –ella lo miró y pudo divisar una pequeña lágrima caer por su mejilla. Se acercó y la secó con una sonrisa deslumbrante. - Yo también te amo. –y lo besó. Un beso que significaría el comienzo de una historia de amor. SU historia de amor.
FIN. | |
|
oneshotjessilovejb Me Gustan Los Jonas!
Cantidad de envíos : 175 Fecha de inscripción : 16/07/2012
| Tema: Re: I'm Not Young. -Premio del concurso- Agosto 31st 2012, 13:21 | |
| hermoso one shot otro otrooo!! | |
|
IrennIsDreaMy Casada Con
Cantidad de envíos : 1250 Edad : 30 Localización : On the Other Side of the Door with Taylor Swift and Joe Jonas <3 Fecha de inscripción : 21/01/2012
| Tema: Re: I'm Not Young. -Premio del concurso- Agosto 31st 2012, 13:22 | |
| me encanto !!!!!!!!! GRACIAS en serio es prefecto | |
|
Contenido patrocinado
| Tema: Re: I'm Not Young. -Premio del concurso- | |
| |
|