SEDUCCIÓN SOBRE RUEDAS
Capitulo 33____se detuvo a medio camino en su arremetida por coger el bolso, incapaz de comprender lo que acababa de decir Nick. Toda ella se quedó suspendida, como si estuviera colgando en medio del aire.
-¿Qué?
-Trabajo para el gobierno.
-Pero robaste ese virus.
-Sí. Es mi trabajo.
Ella parpadeó, luego frunció el ceño.
-¿Tu trabajo para el gobierno es como ladrón?
-Sí. Vuelvo a robar lo que se les ha sustraído. Lo que no puede ser recuperado a través de... las cauces normales.
____se sintió mareada, intentando captar lo que estaba diciendo. ¿Podría ser cierto?
-Necesito más. Necesito explicaciones.
Él asintió.
-Te las daré, pero necesitamos volver donde Tom ahora, mientras todavía estoy despierto y puedo arreglármelas para manejar la moto.
-Esta bien, sí.
Entonces asimiló sus palabras. En ese momento lo vio realmente, los párpados caídos, la forma en que se comportaba. Por supuesto que todavía tenía algo de somnífero en su sistema. Dios, la forma en que había montado en esa moto... se estremeció simplemente al pensar en lo que le podía haber pasado ahí afuera.
Se acercó y él se echó hacia atrás.
-Oh. Nick, lo siento. Salgamos de aquí antes de que te desmayes.
Había conducido esa moto como un loco y bajo la influencia de las pastillas para dormir. Pastillas que ella le había puesto en su soda.
Obviamente, había deseado recuperar el virus de una forma lo suficientemente intensa como para jugarse la vida en el intento.
-Conduce despacio -le dijo mientras se subía detrás de él-. Te gritaré constantemente al oído para mantenerte despierto.
Al menos obtuvo de él una media sonrisa con ese comentario.
Arrancó la moto y tal como ella le pidió, condujo despacio y tranquilamente. Por la pinta que tenía, estaba al límite. Tenía que mantenerlo despierto en el viaje de vuelta al hogar de Tom, porque no podría conducir la moto sin él. Así que le susurró al oído todo el camino. Sabía que la podía oír porque asentía, aunque probablemente no pudiera distinguir lo que le decía exactamente.
Se mantuvo tocándole, pasándole las manos por la espalda y muslos, sintiendo los músculos tensándose bajo sus manos. Incluso casi inconsciente, todavía respondía a su toque. Pensó en inclinarse todo lo posible para poder acariciarle la polla, pero no quería tentar al destino y que pudieran caerse de la moto.
De alguna forma, surtió efecto. Su conversación y su toque lo mantuvieron con la sangre agitada y lo suficientemente alerta como para deslizar la moto a través de la puerta de seguridad de Tom y recorrer el camino de acceso. Para cuando apagó el motor y se bajó de la moto, estaba grogui, tambaleándose mientras empezaba a caminar hacia la casa. ____le puso el brazo sobre los hombros para que pudiera apoyarse un poco en ella mientras subían las escaleras de la parte trasera y entraban en la casa.
-Este lugar... está hecho un asco -dijo él.
Estaba empezando a articular mal las palabras. Tenía que meterlo en la cama.
-Ajá. Vamos a llevarte arriba.
Consiguió llegar a la habitación, no sin tambalearse mucho. Cayó cruzado en la cama, llevándose a ____con él, su cuerpo medio cubriendo el de ella. Se las apañó para salir de debajo de él, intentando dejar que finalmente cayera inconsciente, pero la cogió de la mano y le apretó los dedos.
-No te vayas -dijo él.
Ella no dijo nada.
-Lo que... te dije. Es verdad. Confía en tus instintos.
Ella no supo qué responder.
-Quédate. Por favor. -Su mano cayó sobre la cama y sus ojos se cerraron. Estaba fuera.
Salió de la habitación, demasiado emocionada como para ni siquiera pensar en dormir. Se pasó las siguientes horas intentando arreglar el desorden que había creado en casa de Tom, poniendo los cajones en su sitio y la ropa de vuelta en ellos, barriendo y ordenando. Para cuando quedó cubierta de sudor, el lugar tenía un aspecto normal nuevamente.
Después de darse una ducha y ponerse una camiseta de Nick, se sentó en el borde de la cama y lo observó.
¿Y ahora qué? Tenía tantas preguntas.
¿Cuándo no había tenido preguntas? Pero ésta vez, él le había dado un hueso y maldita fuera, quería respuestas.
Cuando él cayó sobre el vientre, ____había visto su teléfono saliéndose del bolsillo trasero. Lo había sacado y ahora lo sostenía en las manos. Sería tan fácil llamar a su jefe o a su cliente, agarrar el vial, el teléfono de Nick y salir de allí.
Podía incluso llamar a la policía o al FBI si quería, podía devolverle el virus al gobierno, donde al menos estaría seguro.
¿Podía estar segura de que él estaba diciendo la verdad? ¿Trabajaba realmente para el gobierno o era sólo otra mentira más en la lista de las que le había contado?
Pero Nick le había pedido que confiara en sus instintos. ¿No era eso lo que había estado haciendo todo este tiempo, por lo que había estado de acuerdo en quedarse con él? ¿Por su fe inquebrantable en que no había posibilidad de que él pudiera hacer algo que dañara a millones de inocentes?
El instinto le gritaba que confiara en él, que esperara a que se despertara para poder escuchar finalmente la verdad.
Necesitaba oír toda la verdad sobre ese asunto del gobierno.
Se agachó y le quitó las botas, entonces empujó a Nick para darle la vuelta. Él gimió, pero cooperó, poniéndose de espaldas.
-Vamos a desnudarte -le dijo, sin estar segura de que la oyera. Se puso a trabajar en sus vaqueros, desabrochándolos y peleando para sacárselos de las piernas. El resto fue más fácil. Cuando lo tuvo desnudo, él se arrastró hasta la almohada sin rechistar o despertarse.
Con un suspiro, _____se quitó la camiseta y subió a la cama, apagó la lámpara del lado de la cama y se deslizó junto a Nick. Él la rodeó con el brazo y la atrajo hacia su cuerpo.
Las respuestas que buscaba podían esperar hasta mañana. Se acurrucó más cerca de Nick y cerró los ojos.
* * *
Nick no quería despertarse. El cálido cuerpo de ____estaba acurrucado junto a él, el sol aún no brillaba a través de las ventanas, lo cual quería decir que era temprano. Demasiado jodidamente temprano para estar despierto.
Y aún así lo estaba. Parecía como si tuviera algodón en la boca. Y le dolía la cabeza. Maldita sea, ¿qué camión le había atropellado anoche? Yacía allí intentando encontrar sus neuronas, porque no podía recordar nada. Tal vez simplemente se volviera a dormir durante un buen rato. Se acercó más a ____, enterrando la nariz en su pelo e inspirando su dulce perfume. Podría volver a dormirse fácilmente.
Dios mío, se sentía drogado.
Parpadeó abriendo los ojos. Drogado. Los recuerdos salieron poco a poco y con dificultad de la niebla. Oh, sí. Anoche, ____le puso un narcótico a su soda, se escabulló con el virus y él la persiguió en su moto. Estaba todo allí, por los pelos y un poco confuso, pero ahora lo recordaba.
Debía de estar loco para perseguirla en la moto estando tan drogado como estaba. No obstante, realmente no había tenido otra elección ¿verdad? Había necesitado recuperar el virus.
Había necesitado recuperar a ____.
Lo importante era que ella todavía estaba allí con él.
____se había quedado. Recordaba haberle pedido que confiara en él, que le diera una oportunidad de explicárselo todo. ¿Cuántas veces se lo había pedido? Era tan injusto. Él había sido injusto con ella todo el tiempo. Debería habérselo confesado todo de inmediato, en lugar de esperar tanto para decírselo.
Tendría que contarle toda la historia, hoy. Ahora el secreto estaba al descubierto.
Pero aún no. No cuando todavía se estaba caliente en la cama y más caliente aún apretado contra su cuerpo dormido. Estaban acurrucados juntos, con su culo anidado en su entrepierna. Su mano descansaba entre los senos de ella. Sonrió al pensar en despertarse así, con la nariz sepultada en su cuello, sabiendo que lo primero que iba a oler por la mañana era la piel dulce de _____.
Lo encendía sólo con respirar. Despertarse con su culo contra la polla era mejor que cualquier despertador, haciéndole volver a la vida en un instante. Su sangre bajaba rápidamente hacia el sur y su pene finalmente empezó a prestar atención a donde estaba, entre las piernas de una mujer muy caliente.
Él se apoyó en un codo para poder ver por encima del hombro de ____, luego deslizó la sábana hasta su cintura, destapando sus pechos. Como el resto de ella, eran perfectos... redondeados, con pezones rosas que se alzaron cuando pasó la palma sobre ellos. Acunó uno, incordiando la rosada punta con el pulgar mediante círculos lentos y perezosos rodeándolo hasta que se contrajo.
____gimió y se arqueó, pero sus ojos seguían cerrados. Él continuó jugueteando con su pezón, cautivado por la forma en que se endurecía cuando lo hacía rodar entre sus dedos. Pero mucho mejor fue su respuesta, la forma en que movió el trasero contra su polla.
Oh, estaba despierta, de eso no había duda, porque ahora estaba moviéndose contra él, pero no con frenesí.
Era más bien un lento despertar y estaba disfrutando de esos sonidos pequeños que hacía. Los gemidos y suspiros indicaban que todavía estaba despertándose y que disfrutaba de su toque.
Deslizó la polla entre sus piernas. Estaba mojada, sus pliegues resbaladizos y cálidos, dándole la bienvenida mientras avanzaba entre ellos.
Sin embargo a pesar de las ansias por entrar en ella, le gustaba esa forma perezosa de hacer el amor por la mañana y no quería ponerse demasiado salvaje y loco. Todavía no, de cualquier forma.
Sólo tener este contacto íntimo con ____era suficiente.