Mι Qυerιdo Ladrón [Nicholas & Tú] HOT

¡Hey! ¿Cómo están? Yo bien e.e Okya...¡Otro Shot! Yo no me canso. Pero he visto que ha muchas les gusta mi disparatada imaginación en los Shots y aquí tienen otro. ¡Espero que les guste MUCHÍSIMO! Besos Cris
PD: Este OneShot va dedicado a Saris Mi amix perver

-TITULO: Mi querido ladrón
-FECHA DE CREACIÓN: 5 de Febrero 2012
-AUTOR(A): CristinaJonatica♥
-TIPO DE NOVELA: Es un OneShot
-MENSAJE PARA LOS LECTORES: Simplemente decirles que... ¡les guste!

Mi Querido Ladrón

Me dirigía a paso rápido a mi consulta médica, no quería llegar tarde. Disculpen, no me presenté, me llamo _____ y tengo 17 años. Bueno, ¿por dónde iba? ¡Ah, sí! Iba rápidamente, no porque llegara tarde. El motivo era muy distinto. Mi doctor personal, es un joven muy apuesto, tiene unos pequeños rizos, los restos que quedaron de unos rizos preciosos color café. Se llama Nicholas, pero a mí me deja llamarle Nick. Es muy cariñoso y se nota que le gusta el ejercicio. Tiene 24 años, pero me tiene loca. Cuando llegué a las puertas de la clínica, las empujé y entré. Miré a la recepcionista, la cual ya me conocía, y me dijo que había llegado diez minutos antes. Yo me dirigí a la sala de espera de la consulta de Nick y esperé. Cuando miré mi reloj por última vez vi que ya tenía dos minutos de retraso. “Excelente” pensé y me levanté. Piqué la puerta y escuché su dulce voz pronunciar: Adelante. Entré y vi que estaba sentado metiendo algo en su cajón. Sonreí y me senté frente a él. Él me miró como esperando a que yo dijera algo.

- ¿Qué te sucede esta vez _____? –dijo riendo. Yo me sonrojé y miré toda la sala. Volví a mirar sus ojos y casi me desmayo, ¡ya tenía excusa!
- Me estoy desmayando…a menudo. –dije poniéndome la mano en la frente para hacer más creíble mi actuación. Él me miró fijamente y yo sentí un pequeño mareo, perfecto para esa ocasión.
- ¡Oh por Dios! –dijo levantándose y cogiéndome en brazos. Nuestros rostros quedaron tan cerca que no me pude resistir. ¡Lo besé! Sí, lo besé… Pero él se apartó y se limpió la boca. ¿Tan mal beso? Me quedé en un estado de shock. No podía moverme y tenía los ojos fijos en un punto lejano.
- Lo…lo siento.
- ¿¡Cómo has hecho eso!? ¡No lo vuelvas a hacer! –dijo alejándose de mí. Yo lo miré con decepción. Pensé que sentía lo mismo por mí.
- Lo siento. –repetí.
- ¿Sólo sabes decir eso? –me miró furioso. Yo solo bajé la cabeza y salí de la consulta. Seguro que Nick, digo Nicholas pedía que me cambiaran de doctor. Ya no querrá saber nada de mí. Llegué a casa y subí a mi cuarto. Me encerré en él y me recosté en la cama boca abajo para ahogar mis penas.

*En otro sitio, más tarde*

Me encontraba en un aprieto. Lo siento, no puedo decir mi nombre, soy un ladrón internacional que busca la policía, sólo diré que esta mañana pasó algo que me desconcertó y no me he concentrado en mi objetivo. Ahora mismo me encontraba en el balcón de la casa la cual iba a robar, pero los dueños estaban tras esa ventana y yo no soy de esos que se rinden. Aún así, en vez de pensar en movimientos, no hacía otra cosa que pensar en esa muchachita de 17 años que me besó hoy. No entiendo por qué me gustó. ¡Soy mayor que ella! No pude concentrarme y tuve que irme a casa. Llegué y comencé a pensar en esa chica. Se llama _____ y debo reconocer que es muy bella. ¡Pero es menor! Quiero que la cambien de doctor, pero no quiero que ningún otro la vea en sujetador. ¿Estoy celoso? Esto es ridículo. Será mejor que duerma. Pensé que en mis sueños, esa muchacha no aparecería, ¡qué ingenuo soy! Apareció. Más bella que de costumbre. Tenía su pelo color caramelo ondeando al aire, con solo una sábana tapando su hermoso cuerpo. Venía acercándose. Estaba a punto de besarla cuando mi despertador sonó a las cinco de la mañana. Hice mi rutina matutina y me dirigí a la clínica.
Pasaron semanas y no volví a saber de ella. Según tenía entendido, pidió cambiar de doctor y la clínica no se negó en absoluto. Por suerte, para mí, le había tocado una mujer. La doctora Parker, entrada ya en edad. La última vez que hablé con ella me dijo que _____ estaba sana. Tengo que reconocer que después de esa mañana, y no mencionemos la penosa noche del intento de robo, no he vuelto a mi vida nocturna. Ahora no me importa mucho. Si lo veo bien, no tiene sentido. Todo lo que robaba lo acababa guardando sin razón. Pensé en dejar todos los objetos en la puerta de algún convento, así ayudaba a la iglesia. Por lo pronto tenía que ir de nuevo a la clínica, otra mañana más.
Estacioné el auto en el aparcamiento y cuando me dirigía a la puerta de entrada, vi como _____ estaba entrando también. No lo pensé dos veces y la seguí al elevador.

- Buenos días. –dije sonriendo. Ella se giró asustada y me miró con más temor aún. Yo la miré de arriba abajo y no me pude resistir, cuando las puertas de elevador se hubieron cerrado, la besé. Me separé un poco para respirar, pero ella volvió a atacar mis labios. No supe que hacía y sin pensarlo le di al botón de STOP del elevador. La acerqué a mi cuerpo y le dejé en claro que la deseaba. Ella soltó un pequeño gemido de su hermosa boca. No lo aguanté más, bajé sus jeans y yo bajé los pantalones de mi traje. Le bajé las braguitas y yo me bajé el bóxer lo más rápido que pude. La pegué a la pared del elevado y me puse entres sus piernas, sujetando una a la altura de mi cintura. La miré y ella simplemente me sonrió y asintió. Me acomodé en su feminidad y entré lentamente. ¡Era virgen! Paré de inmediato y la miré preocupado.
- ¿Qué pasa? ¡No pares! –dijo echando la cabeza para atrás mientras cerraba los ojos. Eso me excitó más. Entré completamente y de su boca salió un grito.
- Shh. Pueden escucharnos. –dije acariciando su cabello. Ella me miró y sonrió, comenzó a besarme el cuello mientras acariciaba mi espalda con sus sedosas manos. Le di unas cuantas embestidas suaves. Los dos gemíamos bajito, pero de un momento a otro ella se separó y se arregló, dejándome a mí más caliente que nunca. ¡Aún no había terminado! Le dio al botón de STOP, volviendo a ponerlo en marcha. Yo me subí los bóxers y los pantalones mirándola confusa. Cuando las puertas se abrieron ella salió rápidamente. Me dejó a medias. ¡Mierda! Ahora tenía que acabar solo. Me dirigí enojado a mi consulta, apenas entré puse el cerrojo y me dirigí al baño privado que tenía. Cuando estaba a punto de empezar, picaron la puerta. ¡Maldita sea! Me levanté y salí del baño. Iba sufriendo, si no acababa ahora, probablemente explotaba. Abrí la puerta y me llevé la mayor sorpresa de mi vida. Era ella, ______. Sonreí y la dejé pasar.
-¿Qué haces aquí? –dije cerrando la puerta de nuevo, dispuesto a terminar lo que empecé con ella. Ella solo sonrió y me besó apasionadamente. No me importó que no contestara, esto me gustaba mucho más. La agarré de la cintura y la llevé al baño. La desnudé rápidamente, luego me desnudé yo. La recorrí con la mirada y sonreí. Posé mis manos en sus caderas y la acerqué a mi miembro aún duro. Ella dejó escapar un pequeño gemido. La puse contra la pared y me coloqué igual que en el elevador. Entré sin previo aviso, provocando un gemido de su parte. Entraba y salía constantemente. Los dos gemíamos. El placer se podía notar apenas entraras en la diminuta habitación. Pasaron minutos, horas; la verdad no lo sé, pero llegamos a la cima. Ella estaba sudada y sonrosada. Se veía más hermosa que nunca. Sus pechos subían y bajaban por su agitada respiración. La miré con picardía y ella me sonrió.
- ¿Sabes? Para ser tu primera vez, eres excelente. –dije mientras nos vestíamos. Ella se acercó al lavamanos y se aseó un poco. Se giró y sonrió.
- ¿Sí? –dijo caminando hacia mí sensualmente. Yo abrí los ojos, posándolos en sus caderas que subían y bajaban con cada paso que daba. Fui subiendo y me topé con sus pechos, sus hermosos pechos. Seguí el recorrido hasta llegar a sus ojos.
- Sí. Eres una diosa. –dije mientras la abrazaba por la cintura y apoyaba mi espalda en la pared.
- Gracias Nicholas. –sonrió y me guiñó un ojo. A mi mente regresó esa pregunta que le hice cuando entró a la consulta.
- Hermosa. ¿Por qué entraste? –pregunté mirando sus hermosos ojos. Ella me miró sonriendo.
- Bueno, le pedí a la clínica que me volvieran a poner como tu paciente. Quería darte la noticia, pero al entrar vi que…seguías caliente y no me aguanté. –se encogió de hombros. Reí y la besé.
- Quiero pedirte perdón –ella me miró confusa– por lo de aquella mañana. Me encantó tu beso y me pasé todo el santo día pensando en ti. No debí tratarte así. Eres muy tierna. Y eres mía, ¿verdad?
- No sé. ¿Tú eres mío? –preguntó sonriendo. Yo asentí y la besé, apretándola a mi cuerpo.
- Todo y nada más que tuyo.
- Entonces sí, soy tuya. –sonrió y me abrazó por el cuello.
- ¿Vendrás todos los días, no? –pregunté alejándola un poco para mirarla a los ojos. Esos ojos que me tenían loco, que ahora eran mi mundo entero y que, si dejaba de verlos, moría.
- Apuesta por eso. –y cual promesa, pegó sus labios con los míos.

FIN

OH MY GODNESS! me gustó mucho c:

me encanto tu one
espero que escribas mas, tenes mucho talento.
Me has insirado para escribir una nove.

OHN LA AME TIENES MUCHO TALENTO C:

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LEAN MI NOVE : UN ODIO HACIA TI ADAPTADA NICK Y TU

https://jbvenezuela.activoforo.com/t10707-un-odio-hacia-ti-adaptada-nick-y-tu

SOY Y ES NUEVA Y QUIERO SUS OPINIONES POR FIS C: